Construir con un helicóptero

FOTO: JANEZ MARTINCIC

Más que levantarla, esta arquitectura necesita que la depositen, que la coloquen. Este refugio en la cima del monte más alto de los Alpes Julianos necesitaba que lo colocaran en la cima del monte Kanin, en la frontera entre Italia y Eslovenia. El objetivo era doble. Por un lado debía servir de refugio para hasta 9 escaladores que se aventuraran hasta los 2.587 metros de esa cima de piedras llena de cuevas, precipicios y hasta algunos terremotos. Por otro, el refugio aportaría nuevo conocimiento sobre el cambio climático, los cambios inesperados y la alteración de las condiciones de temperatura extrema en esa cima.

Que fuera un helicóptero de las fuerzas armadas eslovenas el que depositara el refugio da una idea de la ambición del proyecto. Bovec, el pueblo más cercano a la cima del Kanin, fue escenario de batallas durante la Primera Guerra Mundial. Y todavía conserva refugios de los soldados. La cima del monte Kanin ofrece las mejores vistas del país: 360 grados que permiten que la mirada del alpinista viaje hasta el mar Adriático.

Como el resto de donaciones y voluntarios, el estudio de arquitectura esloveno Ofis participó en esta aventura pro bono, sin recibir nada más allá del reto de construir en un lugar que parecía inhabitable. Resolvieron que el diseño debía ser compacto, sencillo, sólido, transportable en helicóptero y que además debía producir en la roca un impacto mínimo.

Con un cuerpo de madera, chapa de aluminio, vidrio laminado y aislamiento de lana de roca, los arquitectos construyeron una pieza escultórica de 9,7 metros cuadrados (2,4 x4,9 metros) que apoyaron con vistas sobre el valle. Baldas horizontales hacen de camas. Quien logre coronar el ascenso tendrá ahora descanso, protección y unas vistas que invitan a pensar en la cima del mundo.