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Columna
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Diez años de la puesta de largo de la matemática española

Imagen del Congreso.
Imagen del Congreso.ICM2006.

En 2016 se cumplió una década de la presentación a lo grande de la matemática española ante la comunidad internacional: la celebración en Madrid del Congreso Internacional de Matemáticos (ICM, por sus siglas en inglés), o lo que es lo mismo, del evento matemático más importante a nivel mundial, organizado por la Unión Matemática Internacional (IMU), que ese año celebraba su 25 edición. Desde que comenzara en 1897, el ICM se ha celebrado cada cuatro años ‒excepto la segunda edición, que tuvo lugar en 1900‒ en una ciudad diferente, y solo ha sido interrumpido por el estallido de las dos guerras mundiales. Resalta por ser el único congreso que agrupa toda una disciplina y no solo una determinada área de investigación.

Del 22 al 30 de agosto de 2006, Madrid congregó alrededor de 4.000 matemáticos, y pudo mostrar el avance que la matemática española había experimentado, así como su capacidad de organización y colaboración. “En nuestro país las matemáticas son una ciencia muy reciente, ha habido un salto enorme en la producción científica en los últimos 30 años, y el congreso fue la puesta de largo de la comunidad matemática española. Organizar un ICM da un estatus internacional, y permite al país anfitrión, a través de sus comités, proponer a algunos de los conferenciantes. De esta manera, se aumenta la visibilidad externa de los científicos”, comenta Manuel de León, investigador del ICMAT y presidente del ICM2006.

Este congreso fue el primero con acento español, puesto que nunca antes un país de habla hispana había alojado el evento. Y, posiblemente, fue el más mediático de la larga lista de ICMs debido al rechazo del ruso Grigori Perelman de la Medalla Fields, concedida por haber resuelto la importante Conjetura de Poincaré, resultado que se convirtió en el eje central del programa científico del congreso. El resto de medallas Fields se entregaron al australiano Terence Tao, considerado uno de los matemáticos vivos más importantes; al ruso Andrei Okounkov; y al francés Wendelin Werner. Aparte de ellos, Jon Kleinberg se alzó con el premio Rolf Nevanlinna, y Kiyoshi Itô, con el Gauss, galardón que también supuso una novedad de este ICM. La gala de apertura, además, contó con un gran apoyo institucional. A su éxito contribuyó la presencia del rey Juan Carlos I –que estableció la costumbre de la presencia de los jefes de estado en las ceremonias de apertura de los ICM– y de la entonces ministra de Cultura y Educación, Mercedes Cabrera; la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y el ex alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.

El Comité Organizador Local propuso a Juan Luis Vázquez (Universidad Autónoma de Madrid) como uno de los 20 conferenciantes plenarios, candidatura que fue aceptada, posteriormente, por el Comité de Programa internacional. Hasta ese momento, solo un matemático español, Jesús Sanz Serna, había formado parte de un ICM; lo hizo como conferenciante invitado en Zúrich (Suiza) en 1994. Otros investigadores, como Enrique Zuazua (Universidad Autónoma de Madrid), Luis Vega (Basque Center for Applied Mathematics, BCAM) y Vicente Caselles (Universidad Pompeu Fabra), hasta un total de nueve, fueron conferenciantes en las sesiones paralelas del ICM2006.

El congreso supuso un gran impulso para la matemática española, que continúa desde entonces su camino ascendente

A lo largo de los nueve días, se sucedieron un total de 169 conferencias invitadas, unas 1100 comunicaciones, exposiciones y otras actividades culturales y hasta un total de 64 congresos satélites que se celebraron dentro y fuera de España entre junio y septiembre, cifra que supuso un récord en la historia del ICM.

El congreso supuso un gran impulso para la matemática española, que continúa desde entonces su camino ascendente: “El porcentaje de publicaciones por parte de matemáticos españoles en revistas matemáticas internacionales indexadas en Web of Science ha pasado de un 0,4% a principios de los años 80 a casi el 5% en la actualidad”, indica Manuel de León. “España ha conseguido alcanzar un nivel que puede ser comparado con los ‘clásicos’ países europeos sobresalientes en matemáticas”, opina Martin Gröetschel, secretario del IMU de 1999 hasta 2014 y actual presidente de la BBAW (Berlin-Brandenburgische Akademie der Wissenschaften).

Sin embargo, aún quedan importantes retos que alcanzar como “lograr una mayor visibilidad internacional”, según el matemático alemán; “conseguir la excelencia colectiva que da el tiempo”, bajo el punto de vista de Marta Sanz-Solé, o “evitar que jóvenes matemáticos muy brillantes tengan que dejar la investigación o irse a otro país por la imposibilidad de incorporarse a universidades o institutos científicos por falta de plazas”, considera Emilio Bujalance (UNED), miembro del comité ejecutivo y encargado de Logística e infraestructura en el ICM2006. El próximo ICM, que tendrá lugar en 2018 en Río De Janeiro, será una oportunidad para que la comunidad matemática española continúe avanzando en estos objetivos.

Los diez años del ICM de Madrid fueron conmemorados el pasado lunes 19 de diciembre en una jornada celebrada en el salón de actos de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la capital.

Laura Moreno Iraola es miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas.

Café y Teoremas es una sección dedicada a las matemáticas y al entorno en el que se crean, coordinado por el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en la que los investigadores y miembros del centro describen los últimos avances de esta disciplina, comparten puntos de encuentro entre las matemáticas y otras expresiones sociales y culturales, y recuerdan a quienes marcaron su desarrollo y supieron transformar café en teoremas. El nombre evoca la definición del matemático húngaro Alfred Rényi: “Un matemático es una máquina que transforma café en teoremas”.

 

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