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La policía francesa te pedirá papeles si eres árabe y negro

Los jueces condenan a los agentes por hacer controles de identidad por el aspecto físico

Carlos Yárnoz
Miembros de la gendarmería francesa en el palacio del Elíseo.  
  AFP STEPHANE DE SAKUTIN
Miembros de la gendarmería francesa en el palacio del Elíseo. AFP STEPHANE DE SAKUTIN STEPHANE DE SAKUTIN / AFP

Ya no es una sospecha de muchos franceses o la denuncia de colectivos, sino una dolorosa constatación. Por vez primera, un juez acaba de dictaminar que los controles policiales son “discriminatorios” porque muchos se basan en el aspecto físico de las personas “sin ninguna justificación objetiva previa”. El Ministerio del Interior, que lleva años negándolo, ha quedado en evidencia y, de paso, los ciudadanos blancos se han convencido de que sus vecinos extranjeros tenían razón al quejarse.

En el país europeo que más controles de identidad practica, un negro tiene seis opciones más de que la policía le pida su documentación. Y un árabe o de procedencia árabe, nueve veces más. Lo venían afeando desde hace años asociaciones como Stop al Control por el Aspecto, que dice recibir 300 denuncias al año, o la fundación Open Society, sostenida por el financiero George Soros.

En un país multirracial con tantos problemas de convivencia, el asunto levanta ampollas desde hace mucho tiempo y es tan sensible que hasta François Hollande incluyó entre sus solemnes promesas electorales en 2012 la exigencia a la policía de dejar constancia por escrito, caso por caso, el motivo de cada control, el lugar y la hora.

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Ha sido otra promesa incumplida y los agentes retienen a quien consideran oportuno y le registran o toman nota de sus datos personales sin que quede constancia oficial ni justificación de la iniciativa. Tampoco el controlado tiene derecho a recibir un justificante de lo ocurrido. Como en muchos países, dirán algunos, pero aquí la historia ha cambiado ahora.

El veredicto de los jueces señala que cinco de trece jóvenes que presentaron una denuncia por un control en París tenían razón en quejarse de sufrir discriminación por su aspecto de extranjeros. A partir de ahora, a la policía le corresponderá la carga de la prueba en caso de denuncia con testigos. Y el Gobierno estudia poner en marcha esos justificantes. Los sospechosos pasan a ser los agentes.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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