Recomendaciones para un parto normal

Comienzo del parto

Durante el embarazo se recomienda que la mujer indique sus preferencias en un plan de parto que debe ser respetado por el personal del hospital. Cuando comiencen los síntomas del parto, puede acudir con un acompañante que estará a su lado durante todo el proceso.

Los tactos vaginales son útiles para comprobar el avance del parto, pero deben limitarse a uno cada cuatro horas. Oxitocina, enema, rasurado y rotura de bolsa son técnicas no recomendadas salvo casos excepcionales.

Contracciones

La fase de dilatación debe transcurrir en un ambiente relajado y tranquilo, con luces tenues, sin estrés y permitiendo movilidad a la embarazada.

Para tratar el dolor hay una gran variedad de tratamientos que ofrecer. La epidural es muy efectiva pero tiene complicaciones, por lo que no debe aplicarse sistemáticamente como primera opción.

Expulsivo

En la fase final del parto lo recomendado es seguir permitiendo que la mujer adopte de forma espontánea la postura que le resulte más cómoda. La postura tumbada boca arriba (litotomía), con mucha frecuencia sugerida por los ginecólogos y matronas, es cómoda para los sanitarios pero es una de las menos adecuadas para que el parto fluya de forma natural.

La episiotomía, un corte que amplía el canal del parto, no está recomendada por el Ministerio de Sanidad porque no evita desgarros y puede tener importantes secuelas para la mujer.

Tras el expulsivo, el recién nacido debe colocarse sobre la madre, piel con piel, sin telas ni ropas, para facilitar la lactancia. Las pruebas rutinarias deben posponerse al menos una hora.