La educación de los hijos y la “play”
Reconozco que no es raro que, en cuanto mi mujer sale por la puerta, mis hijos me pregunten si pueden jugar con la “play” y yo les conteste con un rotundo SÍ
Es muy importante, en la educación de los hijos, que el padre y la madre vayan de la mano. Estar de acuerdo en todo con tu pareja hace que tu hogar sea una balsa de aceite. Mi mujer, por ejemplo, ve adecuado que nuestros hijos ocupen su tiempo de ocio jugando a juegos educativos y a mí me parece de maravilla porque así desarrollan sus capacidades y fomentan la observación, la atención, la fantasía, la imaginación, la iniciativa, la investigación científica, los conocimientos, las habilidades… y muchas cosas más todas súper buenas. También le gusta que lean y ¿cómo podría oponerme a eso? Leer es una experiencia increíble. Conozco a gente que lee “mogollón” y son personas muy válidas, a veces se abstraen pero desde luego tienen muy buena conversación. Ahora, reconozco que no es raro que, en cuanto mi mujer sale por la puerta, mis hijos me pregunten si pueden jugar con la “play” y yo les conteste con un rotundo SÍ. Se pueden tirar horas, no tienen hartura… pero se les ve tan felices. La otra tarde me interesé por primera vez por el juego al que jugaba, en este caso, mi hijo de 9 años. “Se llama Grand Theft Auto, papá ¡es chulísimo!” “¿y de que va?” le pregunté “Pues mira… ahora mismo estoy traficando con drogas pero en cuanto mate a estos dos tipos, me voy a ir a un club de alterne” Reconozco que la respuesta me turbó, entonces le inquirí: “Pero… ¿qué personaje eres?” “Un concejal de urbanismo”. “¡Qué bonito! Pero, por si acaso, si te pregunta mamá, dile que has estado jugando con el meccano”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.