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LA OTRA FOTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Varada como una ballena

Una plataforma petrolífera de 1.700 toneladas vaga a la deriva y encalla en las costas escocesas

Ramón Muñoz
La plataforma petrolífera encallada en la playa de Dalmare, en la costa escocesa.
La plataforma petrolífera encallada en la playa de Dalmare, en la costa escocesa.ANDREW MILLIGAN (AP)

La naturaleza se toma sus venganzas, y a veces con cierta ironía. Desgraciadamente, no son inhabituales las imágenes de vertidos en los mares, cuyo detritus oleaginoso arrastra el viento y las olas hasta la costa pringando cuanto tocan a su paso: aguas, aves, rocas, arena, corales... Muchos de esos escapes se producen en plataformas petrolíferas que están en medio del mar. Pero esta vez la tormenta ha arrastrado a la propia plataforma cuando navegaba para ser reparada, y mantenía inertes los aguijones con los que perfora el fondo marino en busca de petróleo.

La plataforma petrolífera de la empresa Transocean Winner salió de Noruega el domingo e iba camino de Malta arrastrada por un remolcador cuando una fuerte tormenta la sorprendió en pleno océano, en la zona de las islas Hébridas Occidentales, en la madrugada del martes. El vendaval rompió las cadenas que la unían al buque y la inmensa mole de 17.000 toneladas quedó a la deriva, a merced del viento.

La tempestad la arrastró hacia las costas escocesas hasta hacerla encallar en la playa de Dalmore, donde quedó varada como el esqueleto herrumbroso de una enorme ballena, azotada por las aguas y las miradas de los curiosos. El servicio de guardacostas de la ciudad de Stornoway, ubicada en la isla de Lewis, se apresuró a asegurar que la plataforma estaba desocupada y que la mole no representaba riesgo para la vida y la salud de la gente. Acto seguido, bloqueó el acceso a la playa por “razones de seguridad”.

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El vertido de combustible también fue “menor”. Apenas llevaba unas 280 toneladas de diesel a bordo cuando la tormenta la liberó de la atadura del remolcador. El problema lo tienen ahora los ingenieros, ya que no resulta nada fácil descoserla de la playa donde está varada y volverla a poner flotando en el agua. Como esos cetáceos que pierden la orientación y mueren irremisiblemente en las playas pese al esfuerzo de los bañistas por devolverlos al mar, la plataforma espera, ante la mirada de los lugareños y las cámaras de sus móviles, que alguien la ponga de nuevo a recuperar su rumbo.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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