Madonna, enfrentada a sus vecinos
La cantante demanda a la comunidad por las reglas que no le permiten que viva gente en su casa cuando ella no está. Los vecinos aseguran que no puede ser tratada de modo diferente
Madonna no se lleva muy bien con sus vecinos de Harperley Hall. De hecho, les demandó. En ese edificio de Manhattan la estrella de la canción se compró un apartamento valorado en más de 6,5 millones de euros, y ahora sus vecinos se quejan de que no cumple con las normas y solicitan al juez que retire dicha demanda. La discusión se remonta a que, según las normas del edificio, siempre que haya alguien en su casa, ya sea un familiar o alguien de su equipo, la cantante debe estar también presente en el domicilio.
La también actriz fue la primera en interponer el pasado mes de abril una demanda contra la cooperativa de los apartamentos por considerar que habían cambiado las cláusulas de convivencia que firmó en 2008 en el momento de la compra de la casa situada en el barrio neoyorquino del Upper West Side. “La demandante es una reconocida artista y cantante que está constantemente de gira. Tienen muchas residencias por distintas partes del mundo y viaja constantemente”, decía entonces en su petición. Algo que significaría que ninguno de sus cuatro hijos se puede quedar en su casa cuando ella está de gira.
Pero ahora es la comunidad de vecinos la que ha acudido frente a un juez de Manhattan para solicitar que Madonna cumpla con las normas. “[Madonna] No puede argumentar que ha sido tratada de manera diferente a ningún otro accionista”, asegura el abogado del edificio Patrick Sweeney, quien solicita al magistrado que rechace la demanda de la cantante. Otro de los argumentos del letrado es que la intérprete de Like a Virgin y la más reciente Bitch I’m Madonna esperó demasiado en interponer la demanda por el cambio de reglas, que se aprobó en 2014. “Ella dice que no se enteró hasta el pasado mes de noviembre. Pero en ese caso pasaron más de cuatro meses antes de que emprendiera acciones legales”, argumenta Sweeney.
No es la primera vez que la cantante tiene problemas con sus vecinos, en 2009 fue demanda por los habitantes del piso de arriba por el ruido que ella y sus invitados generaban. Quién sabe si ese fue el primer paso para la aprobación de unas normas con las que ella no está de acuerdo. El pasado marzo también enfadó a los vecinos de la megamansión que posee en el Upper East Side de Nueva York al pintar y poner señales falsas frente a su vado para impedir que otros vehículos aparcaran frente a su garaje.
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