Aparcar en 1984
Madonna no solo ha colgado varios carteles prohibiendo aparcar frente a su mansión, sino que ha hecho pintar la acera de amarillo para enfatizar que, si a alguien se le ocurre aparcar allí, es posible que le encierren en un pozo y le hagan escuchar 'Hard Candy'
Madonna ha puesto una serie de letreros falsos de 'no aparcar' frente a su mansión del neoyorquino Upper East Side. Madonna, que no es famosa precisamente por hacer las cosas de forma discreta, no solo ha colgado varios de estos carteles, sino que ha hecho pintar la acera frente a la casa de amarillo para enfatizar que, si a alguien se le ocurre aparcar allí, es posible que le encierren en un pozo y le hagan escuchar Hard Candy durante una semana. Los reporteros del rotativo británico Daily Mail se han acercado hasta la casa de la estrella y han hecho lo que se hace en estos casos: hablar con los vecinos. Bien, pues uno de estos vecinos ha declarado que entiende la postura de la diva. "Esto se llenaba de gente de mediana edad que llegaba en sus enormes coches tratando de ver a la cantante", ha dicho el hombre. Mediana edad. Claro. En cierto modo, debe ser un fastidio para las estrellas el tener que lidiar a estas alturas con seres humanos de la era predigital que aún creen en el acoso como forma de apreciación.
Les prometieron que, vale, iban a dejar de vender discos y tendrían que salir mucho más de gira, hasta el punto de que iba a ser muy probable que, al llegar a Oklahoma City o Zagreb supieran exactamente en qué restaurante les apetecía cenar. Pero, a cambio, les dijeron que ya jamás deberían dar entrevistas -Beyoncé lleva año y medio sin hablar con un periodista-, pues todo lo podría comunicar un becario a través de Twitter. Les vendieron un mundo en el que tendrían lo mejor de los años ochenta y nada de lo malo que trajo aquella época.
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