El perfil derecho de Belinda
La cantante recuerda en esta entrevista cómo compaginó su infancia con el estrellato y habla de su último escándalo con un gobernador
Belinda Peregrín Schüll mira de lado porque sospecha que la parte izquierda de su cara no es lo suficientemente perfecta. En una entrevista a este diario recuerda cómo compaginó su infancia con el estrellato. Empezó a los ocho años y pronto se convirtió en un icono pop de la década de los noventa en México. Desde que cumplió los 18, su vida personal ha estado en el ojo del huracán de la prensa rosa. El último escándalo: el favor de un gobernador al subirla a un helicóptero oficial para que viera desde la primera fila al papa Francisco.
"Estudié la secundaria con profesores particulares. Me estuve preparando al tiempo que continuaba con mi carrera. Sabía que tenía que ser así", cuenta sentada desde una butaca, perfectamente estirada. Ella mejor que nadie sabe lo importante que es su imagen. Su preocupación por ese punto puede parecer excesiva. Lleva un vestido largo blanco, estilo ibicenco, y su frente está coronada por una enorme trenza hecha con su cabello rubio.
Su risa también la contiene, la mide, y la hace desaparecer cuando se le recuerda la polémica desatada por el trato preferencial de un funcionario público. Muchos mexicanos criticaron el uso de un vehículo destinado a emergencias para facilitarle el viaje a una artista. Otros la llamaron "la consentida" del gobernador.
Pregunta. ¿Por qué se subió a ese helicóptero?
Respuesta. Eso es un tema que ya dejé claro.
Hace una pausa, como si quisiera recordar que ya pasó por ese trago, que ella está aquí para hablar de su concierto y no de las críticas. Pero, al final, da una explicación.
R. Yo me subo a donde me digan, así sea un camión, un tren o un coche. Yo sigo indicaciones en los eventos. No veo la logística ni tengo nada que ver.
Como Luis Miguel, otro niño estrella —debutó a los 12 años—, Belinda sólo admite que tomen fotos de su lado derecho y no se fia de nadie que no conoce bien. Reconoce que haber empezado desde tan pequeña le ha forjado una personalidad diferente al resto de chicas de 26 años. "Soy una persona más cuidadosa. Me cuesta mucho abrirme con las personas. Al principio puedo parecer seria o callada, pero cuando agarro confianza soy muy buena onda", explica Belinda.
Comenzó su carrera a los nueve años. Desde ese momento dejó de ser una niña normal. Tuvo que abandonar la escuela para entrar en el elenco de Amigos x siempre, una telenovela infantil emitida en el año 2000, donde también ponía voz a la banda sonora. Durante la grabación de otra telenovela, Aventuras en el tiempo (2001), continuó sus estudios en un colegio abierto junto a otros niños actores.
No le gusta que la gente piense que es sólo una cara bonita y apunta orgullosa que ella, cuando su disquera se lo permite, compone sus propias canciones. "Uno tiende a juzgar a las mujeres mucho más que a los hombres, eso ha pasado siempre, y más en Latinoamerica. Las mujeres se vuelven locas por un hombre y no se vuelven locas por una mujer en la música. En Estados Unidos es al revés, las mismas fans apoyan a la mujer. Aquí tenemos que trabajar mucho en eso", dice.
Acostumbrada a defenderse, repite como un mantra que no le importa lo que digan de ella sin conocerla: "No me molesta lo que piense alguien que no sabe quién soy. Siempre me pasa lo mismo, cuando me conocen me dicen que fue un gusto hacerlo, que no pensaban que fuera así. Se sorprenden y es bonito". Y resume: "Ven que soy una persona humilde y eso es una grata sorpresa para cualquiera".
Las redes la bautizaron el mes pasado como Lady Sapito, porque se quejó cuando le pidieron su canción de la infancia. "No entendieron el juego, era parte del show. Yo siempre me hago de rogar con el Sapito para que sigan insistiendo, como cuando te haces la difícil con un hombre", explica la cantante. Para su próximo concierto del 25 de junio en la Ciudad de México no tiene ninguna duda: "La volverán a pedir".
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