Eterna Cher
Ha cumplido 70 años y, aunque ha anunciado varias veces su retirada, todavía no se va
Diciembre de 1983. Una mujer delgada, de 1,70 metros, entra en una sala de cine de Los Ángeles. Discretamente, se sienta en la última fila. Está inquieta. Expectante. Aparecen en la pantalla los nombres de los protagonistas de la película Silkwood. Primero el de Meryl Streep, actriz principal que descubre un terrible secreto como empleada en una planta nuclear. Segundo, el de Kurt Russell, su novio en la ficción. A continuación se perfila en la pantalla el nombre de Cher. El público rompe en carcajadas al verlo. Esta es una de las anécdotas menos conocidas de la diva, que ayer cumplió 70 años.
“Me quedé hecha polvo, pero traté de ser fuerte”, declaró entonces a la revista People. Cherilyn Sarkisian LaPierre (California, 1946) acudió al cine para comprobar la reacción ante su debú en Hollywood. Las dudas sobre las aptitudes dramáticas de la reina de las pelucas, la primera vedette de Las Vegas, eran sonadas. Más poniéndola frente al talento de Meryl Streep. Paradójicamente, esa interpretación en Silkwood le valió a Cher su primera nominación al Oscar como actriz secundaria. Sería el preludio de la estatuilla que consiguió cuatro años después por su papel protagonista en Hechizo de luna. Fue un aviso: algunas cantantes pop sí que pueden conquistar Hollywood.
Esta mujer morena, que siempre quiso ser rubia como su madre y su hermana, ha demostrado que se puede tener éxito a cualquier edad. Su mayor logro comercial le llegó a los 52 años con Believe, convirtiéndose en la cantante de más edad en llegar al número uno en Estados Unidos. Lo ha ganado todo: el Globo de Oro, el Oscar, el Grammy, el Emmy... En 2014, a los 68 años, recaudó 49 millones de euros con los 49 conciertos de su gira Dress 2 Kill, que se sumaron a los 90 millones acumulados tres años antes en Las Vegas con su show en el Caesars Palace.
Cher ha sido estrella de la televisión, del cine, puso de moda el fitness en VHS, e incluso en Beta, y, excepto el rap, ha tocado todos los estilos musicales de moda en cada década: del flower power a la música disco; de la balada heavy metal al soul; y de allí al dance pop. Este último género le ha reportado grandes satisfacciones; la fórmula del éxito de Believe, música dance electrónica con un toque sentimental, animó a otras estrellas como Tina Turner o Donna Summer a relanzar sus carreras.
Es una de las mayores figuras del pop. Ha grabado 25 álbumes y ha vendido más de 100 millones de copias
Ha grabado 25 álbumes y ha vendido más de 100 millones de copias. Pasa el tiempo. Cambian las modas. Cher siempre está ahí.
A pesar de ser una de las mayores figuras del pop mundial, esas carcajadas que escuchó en el cine aún resuenan en su cabeza. Durante la promoción de Burlesque, su última película en 2010, habló sobre ellas: “Alguien me dijo que no me tomaban en serio porque no visto de manera seria”.
Sus looks tan rompedores como extravagantes y sus operaciones de cirugía estética han desviado la atención de sus logros artísticos. Cher fue una de las primeras en hablar abiertamente de sus intervenciones quirúrgicas. “Siempre he sido muy sincera, cuando me he retocado los dientes o la nariz, lo he dicho pensando que a nadie le importaría”, reconocía sin complejos en la ABC americana. “Si me quiero poner los pechos en la espalda, es cosa mía”.
Acaba de cumplir los 70 y su aspecto físico es envidiable. Y, aunque ha anunciado su retirada en multitud de ocasiones, nunca se ha ido. Lo sugirió con The Farewell Tour (literalmente El tour de la despedida, de 2002). Pasaron ocho años y lo hizo de nuevo, justo después de instalarse en Las Vegas para superar una depresión. Y en 2014 una infección renal le obligó a bajarse de los escenarios, cuando estaba inmersa en Dress 2 Kill Tour, gira con la que pensaba despedirse del directo.
Pese a su estatus de superestrella, siempre ha sido muy familiar. Su madre, Georgia Holt, actriz de escaso éxito, publicó a los 87 años un álbum de música country con el apoyo de Cher. También participó en el documental Dear Mom, Love Cher. Los paralelismos entre ambas son notables: Georgia tuvo a Cher a los 20 años y enseguida se divorció del padre, John Sarkisian. Cher fue madre a los 23 y se separó del cantante Sonny Bono cinco años después. Ambas han pasado por el altar varias veces. En eso gana su madre, que se ha casado en seis ocasiones. Cher solo dos. Tras sus fracasos nupciales, ambas han buscado el amor en hombres mucho más jóvenes. Val Kilmer, Richie Sambora, guitarrista de Bon Jovi, o Tom Cruise, son algunos de los toy boys que pasaron por los brazos de Cher. A su último novio, un guionista de cómic doce años más joven, lo conoció por Facebook. “En un primer momento pensó que yo era una imitadora o una prostituta”, confesó a la revista Parade. El romance solo duró unos meses.
Actualmente, sin affaires a la vista, la estrella se pasa el día pendiente de Twitter. Desde su cuenta, con casi tres millones de seguidores, lanza mensajes a sus fans y opina sobre todo lo que se le pregunta: la independencia de Cataluña; su oposición a la candidatura de Donald Trump o el derecho al agua potable.
Sus ‘looks’ tan rompedores como extravagantes y sus cirugías estéticas han desviado la atención de sus logros artísticos
Precisamente esta causa la tiene muy activa desde que se enterara de que más de 100.000 habitantes de Flint (Michigan) estaban expuestos a aguas contaminadas. Cher consiguió que se donaran 181.000 botellas a la localidad y así es como el pasado mayo acudió como invitada a una conferencia del Milken Institute, un think tank californiano, para defender la gestión pública del agua y criticar la inoperatividad del gobierno local. Ahora que el agua se ha convertido en una de las grandes preocupaciones entre los famosos de Hollywood —Matt Damon ha fundado la ONG Water.org—, Cher se ha convertido en una de sus caras visibles.
La última gesta anunciada por la artista es un musical sobre su vida. Está trabajando con Rick Elice, coautor del libreto de Jersey Boys, y Jeffrey Seller, responsable de Hamilton, musical ganador de un Pulitzer. Pero ya el año pasado dijo que Mark Taylor, productor de Believe, preparaba un nuevo tema para ella. La diva, en vez de ponerse a ello, decidió marcharse de vacaciones. A los 70, sigue en forma, pero se toma las cosas con más calma. Ahora es ella quien se ríe: de sus operaciones; “Puede que me haya convertido en la chica de póster de la cirugía”, contó a Daily Mail; y de sí misma: “Tras un apocalipsis nuclear solo sobrevivirían las cucarachas y Cher”, ha dicho por Twitter. Pero sobre todo se ríe de los que un día creyeron que no iba a estar a la altura. Se equivocaron.
La tribu de Cherilyn
Cher es una diva familiar. Su actual retiro de los escenarios —sufrió una infección renal—, le permite pasar más tiempo con los suyos. Días después de que ella haya llegado a los 70, su madre, Georgia Holt, cumplirá 90. Hace unos días la cantante colgó en Twitter una foto de ambas elogiando su aspecto juvenil.
Aparecen juntas también en el documental Dear Mom, Love Cher, del canal Lifetime, que la artista le regaló a su progenitora por su 87 cumpleaños. En él rememoran momentos íntimos y desconocidos de la estrella. Como cuando siendo adolescente fue detenida por conducir sin carnet o cuando su bisabuela tuvo un sueño en el que su bisabuelo se disgregaba en fragmentos y al día siguiente falleció en una explosión.
Siempre ha estado cerca de sus dos hijos: Elijah Blue Allman, de 39 años, fruto de su matrimonio con el músico Gregg Allman, y Chaz Bono, de 47 años, hijo de la cantante y Sonny Bono. Chaz, que nació como Chastity, se sometió a un cambio de sexo hace cinco años. La diva nunca ha olvidado a su primer marido, Sonny Bono. Durante su funeral reconoció que, pese a que llevaban divorciados 20 años, su discurso en aquel responso era lo más importante que había hecho en su vida.
