Resistir, pese a las circunstancias
El verdadero héroe no es aquel que, teniendo capacidades extraordinarias, hace algo excepcional. Y tampoco lo es aquel que, a pesar de sus limitaciones o miedo, es capaz de sobreponerse para llevar a cabo una acción valerosa o insólita. Los auténticos héroes son aquellos que lo son a tiempo completo sin que nadie los elogie o vitoree. Los héroes genuinos son aquellos que resisten día a día, de forma numantina, los asedios y dentelladas de la vida.
Agarrarse a la vida y resistir es la máxima de los silentes héroes cotidianos. Resistir es el verbo que conjugan los desdichados que sufren las guerras y sus terribles consecuencias; los padres coraje con sueldos cortos y meses largos; los que se rompen la espalda con trabajos penosos y salarios irrisorios; los enfermos crónicos con sus cuitas y aflicciones; los grandes discapacitados y sus abnegados cuidadores; los enfermos de la mente con su dolor psíquico; los que sufren tragedias familiares; los que sufren traumas inconfesables; los que claman justicia y libertad… Resistir es, en fin, el lema de todos los que, a pesar de sus difíciles y dolorosas circunstancias, se niegan a naufragar en sus propias lágrimas.— Pedro Serrano. Valladolid.