9 fotos"Solo quiere hacerlo con la luz apagada. ¿Qué hago?"Hablan los sexólogos estos son nuestros lamentos íntimos más frecuentes en consultaSilvia C. Carpallo14 may 2016 - 10:17CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl tópico entre los tópicos: "Se protege: nunca deja que le toque". Ante todo, comprensión. Que su par a veces le diga "hoy no quiero sexo" no ha de suponer un drama. Así lo explica la especialista en sexología Raquel Gargallo: “No podemos evitar ser diferentes y no compenetrarnos en todo a la perfección. Esto es algo que, en la consulta, intento aclarar desde el principio”. Igualmente, la experta considera importante desmontar mitos como la idea de que ellos siempre están dispuestos, pues no se corresponde con su experiencia como terapeuta. Hay miles de estrategias para avivar el deseo, como incorporar juguetes eróticos, probar técnicas de respiración o apelar a la imaginación. Los sexólogos le asesorarán en consulta.El sexo no es una carrera, es un momento de placer que puede presentarse de múltiples formas. “Esta una queja que suelo escuchar más al hablar solo con mujeres que cuando trato a la pareja, lo que significa que no comparten esta información con su compañero”, destaca Gargallo, y asegura que la mejor forma de solucionar este problema es que exista comunicación. Para la sexóloga es importante recordar que lo importante no son solo los orgasmos, "sino el disfrute de la intimidad creada. Hay infinitas formas de disfrutar y complacer, independientemente de que acaben o no en clímax”.Muchos pacientes acuden al sexólogo para solucionar un problema advirtiendo de antemano que no tienen tiempo para arreglarlo. Sin embargo, no hay una fórmula mágica para enmendar nuestra vida sexual y en multitud de ocasiones la clave está precisamente ahí, en volver a dedicarle momentos a la relación. Así las cosas, si no tiene tiempo, solo hay un camino: buscarlo. “Lo que suelo hacer en estos casos es intentar que se den cuenta de en qué cosas menos importantes invierten gran parte de su día. Además, deben entender que pareja no es sinónimo de familia [estar con los hijos, la suegra y el marido, no es estar con el marido]”, enuncia Raquel Gargallo.Estar ocupados no es solo culpa del trabajo o los quehaceres diarios. Una de las razones principales que se encuentran los expertos es que, al convertirnos en padres, el tiempo juntos ya no lo pasamos solos. "Quién diga que tener hijos no cambia la vida de la pareja, miente", asevera la sexóloga Emma Placer Noriega, que añade: “Cuando la familia aumenta, todo gira alrededor de la logística doméstica y de los horarios de lo niños, y al final dejamos el sexo para el final”. Aconseja no posponerlo, porque estaremos más cansados y será un momento menos placentero, y aprovechar, por ejemplo, cuando los pequeños duermen la siesta.“Existe en nuestra sociedad un orden sexual que establece lo que es correcto o incorrecto, lo que se debe hacer o desear y lo que no. Los medios de comunicación, la familia o los amigos nos hablan de cuáles deben ser las reglas a seguir y, cuando la persona no siente que encaja, se cuestiona a sí misma y a su sexualidad, llegando a pensar que puede tener un problema u obligándose a hacer aquello que no desea”, expone muy clarificadoramente la sexóloga Ana Pastor, colaboradora del centro de psicología Aprende de Ti. La cura a este pesar, propone, no es otra que cultivar el concepto de diversidad, es decir, "dejarnos de partituras y sentirnos libres de crear nuestra propia melodía". Porque, además, disfrutaremos el doble en el proceso.Todos tenemos deseos inconfesables, pero, a veces, callárnoslos puede generarnos cierta angustia. La sexóloga aclara: "Es posible que pienses que es raro, o que traicionas a tu pareja, o que no es socialmente aceptado. No te sientas mal si te lo guardas. Es genial tener un apartado privado en el cerebro para encender la chispa, y no hace falta compartirlo todo, debe haber un equilibrio entre el yo y el nosotros”. Porque hay fantasías que están hechas solo para recrearnos con el pensamiento, no para llevar a la realidad.Hay quien dice que los enfados se arreglan en la cama, ¿pero a quién le apetece compartirla con su enemigo? Para que una pareja goce de una buena vida sexual, debe existir cierta estabilidad emocional. En este sentido, Emma Placer da algunas claves de lo que se suele proponer en consulta, cuando los problemas sexuales vienen derivados de los problemas de la relación. “Por un lado, trabajar la comunicación asertiva, como dejarse notas o enviarse 'whatsapps' románticos. Además les ayudo a manifestar sus sentimientos y lo que les ofende, sin echar la culpa al otro de todo, les recuerdo que el sexo es un juego divertido, y les recomiendo que no lo usen como castigo, ni premio, sino para conocerse mejor”.Gran parte de los bloqueos en la cama radican en la falta de autoestima de alguna de las partes, relata Pastor: “Cuando alguien no acepta su cuerpo y no se quiere tal como es, es complicado creer que los demás lo harán. Suele pasar que, durante los encuentros, la persona estará más pendiente de tratar de ocultar o disimular aquello propio que no les gusta, que de disfrutar de la relación, atendiendo a su placer y al de la persona que lo acompaña". Esto puede conducir al desencanto amoroso, así que, como aconseja, toca empezar a valorarse y reflexionar que si la otra persona está en la cama con nosotros es porque le gustamos.En los temas amatorios, la generosidad es un valor en alza, pero una cosa es preocuparse y otra obsesionarse. Según la sexóloga Pastor, hay consultas que vienen precisamente por “estar más pendiente del disfrute del otro, como obligación, dejando el propio en un segundo plano”. Su tratamiento en estos casos suele consisitir en "enseñar a los pacientes que si bien es fantástico y muy importante querer que la otra persona goce, se sienta a gusto y perciba interés por ella, eso no se demuestra sacrificándose a uno mismo. En las relaciones, sexuales o no, tiene que haber simetría”, concluye.