Así ha sido la 'decepcionante' vuelta de 'Juego de tronos'
El retorno de la serie estrella de la HBO no ha sido tan alucinante después de la expectación creada. Aunque ha servido para retomar el contacto con nuestros héroes, nos ha brindado un atrevido desnudo y hemos visto a Jon Snow... Alerta: hay 'spoilers'
ALERTA: en este artículo analizamos el primer capítulo de la nueva temporada de Juego de Tronos. Así que, claro, hay spoilers.
El primer plano del capítulo, uno en el que la cámara desciende lentamente desde el aire hasta llegar a mostrar en primer plano el cadáver de Jon Nieve sirve para constatar el nivel de absurdo al que se ha llegado en los últimos diez meses. ¿De verdad alguien pensaba que el tipo podía sobrevivir después de decenas de puñaladas mortales y dejado a su suerte en un frío polar? Primera duda resuelta antes de que concluya el primer minuto. La segunda, es decir, “¿va a resucitar y, si es que sí, cómo?”, va a tener que esperar un poco, aunque es evidente que los acontecimientos que ocurren en estos poco más de 45 minutos dejan entrever que sí lo hará. Ser Davos y sus fieles guardan el fiambre en un almacén y, más importante, Melisandre, la gran esperanza de quienes le quieren ver otra vez entre el reino de los vivos, revela en un inusual desnudo su forma original. Los que hemos disfrutado de la espléndida figura y cabellera pelirroja de Carice van Houten nos negamos a pensar que la hemos perdido para siempre, como los que ven en Kit Harington al penúltimo sex symbol televisivo.
Y, ese es, precisamente, el tono del episodio, uno que ya se intuía en los trailers. En general los ánimos están por los suelos. Todo el mundo está intentando entender todo lo que pasó en el final de la anterior temporada, descifrando cuál debería ser su siguiente paso. Algunos siguen desconcertados y otros ganas de venganza. Hay muertes, y muy sangrientas, pero de personajes (bastante) secundarios. Así, se confirman los pronósticos de casi todo el mundo, el arranque no es precisamente para echar cohetes, aunque tampoco se hace lento, sino más bien una herramienta para poner las piezas sobre el tablero. Exactamente lo que ha ocurrido desde la segunda temporada. La única sorpresa, lo único que podría considerarse un giro argumental, es la mencionada transformación de La Mujer Roja, que así es como se titula el capítulo, por cierto.
Entonces, ¿ha merecido la pena ponerse el capítulo a las tres de la madrugada? No. Desde luego, cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero trasnochar o madrugar para ver este capítulo en concreto es tirar el lunes por la borda, por muchos que nos digan desde la plataforma que “dormir es de cobardes”. Otra cosa es que hacerlo de aquí en adelante ofrezca más recompensas porque todos sabemos que a partir del tercer o cuarto episodio la trama alzará el vuelo y serán muchos los que inevitablemente se quedarán atrapados ante el televisor; algo que, por otro lado, ya es habitual con el Plus (esas ya legendarias retransmisiones de Antoni Daimiel y el añorado Andrés Montes de los partidos de la NBA, por no hablar de las películas porno que nos escapábamos al salón a ver cuando nuestros padres se iban a dormir).
Hay momentos muy interesantes, eso sí, especialmente para los que pensasen que toda la trama de Brienne era la peor de las torturas. Por fin tenemos recompensa cuando salva a Sansa (y Theon) de las tropas Bolton y la chica por fin acepta su lealtad. Ahora sólo falta encontrar a la otra hija Stark, que está ciega y desamparada pidiendo monedas en las calles de Braavos y en su breve aparición ya recibe su primera paliza. Los que somos militantes de la cofradía de Arya confiamos, con todo, que la hermana pequeña no hincará la rodilla y al final le pasará la mano por la cara a todo el que se ponga por delante. Las chicas Stark van a dar mucha guerra, es más que una intuición.
Hasta personajes menores, aunque con un potencial de crecimiento enorme, como las Serpientes de Arena, le dan mil patadas a Jon Snow
Tampoco está nada mal volver a ver juntos por las calles de Meereen a esos carismas andantes que son Tyrion y Varys. Aunque no muestran un estado de forma excepcional – sus días de gloria ya quedan atrás pero se intuye una remontada más pronto que tarde – demuestran, como también lo hace Dany, que aunque estén sumergidos en el lodazal, su atractivo es infinitamente superior al sobrevalorado Jon Snow (importa, también, que Emilia Clarke o Peter Dinklage sean excepcionales actores, algo que nunca se podrá decir de Kit Harington). Pero vamos, hasta personajes menores, aunque con un potencial de crecimiento enorme, como las Serpientes de Arena, le dan mil patadas al pánfilo bastardo.
Empiezan hoy dos meses muy duros para los fans de la serie, pero aún más para los de los libros, pues ahora sí que todos están en la misma situación, incluso la crítica, que ha sido privada de avances por miedo a las filtraciones. Todos descubriremos a la vez los secretos que nos tienen guardados sus creadores y veremos, si es que George R.R. Martin algún día termina las dos novelas restantes, si es verdad que no van a tener que ver tanto como imaginábamos. Tocará andarse con cuidado, mirar las redes sociales lo mínimo posible y si puede ser no abrir el Whatsapp, mejor, porque el festival de spoilers no ha hecho más que empezar. Dicho esto, si tu novio, amigo o hermano no contesta los lunes a tus mensajes, no te preocupes, está en modo hikikomori hasta que pueda ver el capítulo. El ostracismo social está de vuelta o, mejor aún, la vuelta a la normalidad pre-internet.
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