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¿Sufres el síntoma de la rana hervida?

¿Alguna vez has aguantado una situación hasta un límite que ni tan siquiera tú te imaginabas que podías ser capaz, como un estrés inmenso o una relación muy desgastante? Si lo has vivido, tranquilo, tranquila. No eres el único y simplemente has sido presa del síndrome de la rana hervida.

Si se pone una rana en una olla con agua, que se va calentando poco a poco, a razón de 0,02 grados por minuto, la pobre se queda tan tranquila y muere achicharrada. Sin embargo, si la rana entra en el agua hirviendo, directamente salta. Este es el denominado síndrome de la rana hervida y el que, inconscientemente, sufrimos las personas. Somos capaces de aguantar y aguantar más y más bajo mil excusas ante situaciones que nos hacen daño, que nos vacían de fuerza y luego, con el tiempo, cuando hemos salido de la olla caliente, miramos atrás y nos preguntamos: ¿Cómo he podido soportar tal tormento? Pues porque tu capacidad de aguante puede llegar a ser inmensa, aunque ni tan siquiera lo sepas. El miedo y la comodidad es el agua que nos va hirviendo por dentro. Pensamos que es lo “normal”. “Es normal que me haga esperar una hora”, “es normal trabajar todos los fines de semana” “es normal…”. Y mientras nos decimos todo ello, vamos quemándonos por dentro. La buena noticia es que existe otro modo de afrontar la vida: La determinación de ser uno mismo y decir basta a aquello que no nos conviene. Veamos algunas ideas para conseguirlo:

  1. Identifica cuando algo te está quemando. Parece fácil decirlo pero, recuerda, la mente es muy traicionera y se busca muchas excusas para seguir enredada en lo mismo. Una buena manera es a través del cuerpo: dolores de cabeza continuados, malestar en general o agendas imposibles que no te dejan descansar y, por tanto, pensar. Cuando algo de lo anterior sucede, vives una situación que quizá te esté superando y necesitas ser sincero contigo mismo.
  2. Analiza qué ventajas te aporta la situación que “te quema”. Todo, absolutamente todo cuanto hacemos nos aporta un beneficio. Hasta el dolor. Lo que es importante es hacerse la pregunta y responder con sinceridad: ¿Qué me aporta de positivo esta relación que me desgasta o este estrés? A veces, los beneficios ocultos son difíciles de identificar, pero si lo consigues, es un gran paso para librarte de ellos.
  3. Pon límites. Un buen truco son los cables trampas, es decir, límites que no estás dispuesto a tolerar sobrepasarlos. “Como me haga otra vez esto, rompo con nuestra relación...”; “como tenga que volver a quedarme otra noche trabajando hasta las mil, digo que no continúo con el proyecto”. Y una vez que lo definas, cúmplelo… No valen las excusas. El agua seguirá ardiendo y si tú no reaccionas te acabarás achicharrando.
  4. Despierta la determinación. Comienza a acariciar el deseo de vivir de otro modo. ¿Qué pasaría si trabajara en otro sitio?, por ejemplo. Cuando uno está muy enfrascado en una situación que le duele se le olvida que existen otras maneras de vida. A veces, nuestro único margen de maniobra es la actitud, tomarnos las cosas de otro modo. En la medida que comencemos a acariciar la alternativa, tendremos más fuerza para parar la situación que nos desgasta.
  1. Identifica cuando algo te está quemando. Parece fácil decirlo pero, recuerda, la mente es muy traicionera y se busca muchas excusas para seguir enredada en lo mismo. Una buena manera es a través del cuerpo: dolores de cabeza continuados, malestar en general o agendas imposibles que no te dejan descansar y, por tanto, pensar. Cuando algo de lo anterior sucede, vives una situación que quizá te esté superando y necesitas ser sincero contigo mismo.
  2. Analiza qué ventajas te aporta la situación que “te quema”. Todo, absolutamente todo cuanto hacemos nos aporta un beneficio. Hasta el dolor. Lo que es importante es hacerse la pregunta y responder con sinceridad: ¿Qué me aporta de positivo esta relación que me desgasta o este estrés? A veces, los beneficios ocultos son difíciles de identificar, pero si lo consigues, es un gran paso para librarte de ellos.
  3. Pon límites. Un buen truco son los cables trampas, es decir, límites que no estás dispuesto a tolerar sobrepasarlos. “Como me haga otra vez esto, rompo con nuestra relación...”; “como tenga que volver a quedarme otra noche trabajando hasta las mil, digo que no continúo con el proyecto”. Y una vez que lo definas, cúmplelo… No valen las excusas. El agua seguirá ardiendo y si tú no reaccionas te acabarás achicharrando.
  4. Despierta la determinación. Comienza a acariciar el deseo de vivir de otro modo. ¿Qué pasaría si trabajara en otro sitio?, por ejemplo. Cuando uno está muy enfrascado en una situación que le duele se le olvida que existen otras maneras de vida. A veces, nuestro único margen de maniobra es la actitud, tomarnos las cosas de otro modo. En la medida que comencemos a acariciar la alternativa, tendremos más fuerza para parar la situación que nos desgasta.

Comentarios

Es una pregunta para los pijos que leen El País?
Bastante curioso el artículo y muy bien explicado. Es necesario dar el cambio o por lo menos probarlo. Llevamos un ritmo que no es normal que, como se comenta en el artículo, no te deja ni pensar.
Suscribo los cuatro puntos. Explica perfectamente la última década de mi matrimonio
Describe perfectamente, punto por punto, mis últimos diez años de trabajo. Ojalá lo hubiera leído entonces... Me costó mucho dejarlo, pero lo hice y vivo mejor.
Vivi tiempos my extraordinarios sin poder ponerle nombre a lo que me pasaba, ahora entiendo el porque de todo lo vivido.
No todo el mundo es inútil ni falto de coraje, lo que ocurre es que muchas veces al otro lado de la balanza existen las responsabilidades familiares, que dependen de nosotros y a las que nos debemos.Como padres, como madres o como hijos.Y también la inteligencia.De saber cuando nos están haciendo la puñeta, que ahora se llama mobbing en el trabajo para sacarnos fácil de en medio, y ahorrarse despidos y justificaciones.O para colocar en nuestro puesto a otra persona más barata, afín o recomendada.Que no todo es soplar y hacer pompas de jabón.Aunque también hay quien está pisado o pisada desde la insufrible prepotencia de una mente enferma.De egoísmo o de insolvencia.Larvándose la violencia comprimida como un muelle, hasta que un día salta por los aires llevándose por delante todo lo que pilla.Caiga quien caiga.
" El miedo y la comodidad" Tanta infelicidad por culpa de esas dos sensaciones ( irreales)
Es cierto que indudablemente necesitamos de cambios , pero entiendo que estos cambios tenemos que hacerlo uno mismo, el pais solo da unas posibles claves que sepodrían acomodar a nuestra situacion y que evidentmente tu , yo marco el ritmo, es tan solo una pequeña guia "luz"en el dificil camino de la vida para estar bien con nosotros mismos, que enrealidad es como nos mostramos a los demas y dicen quien y como somos.
También estoy de acuerdo con Cofrentes.¿Y qué ocurre cuando eres un niño o un adolescente y son tus propios padres los que tienen una mente prepotente y enferma y te hacen sufrir? Nadie habla, nadie les ayuda. Porque cómo ayudarles.
Menuda mierda de artículo! Vivimos (por decir algo) en una sociedad llena de hipocresías. Nos queremos autoconvencer que la vida es maravillosa, que mi vida es mejor que la del vecino. Trabajamos para poder vivir.... Sólo unos cuántos en este mundo se puede permitir el lujo de VIVIR, sin trabajar, sin tener que "aguantar" absolutamente nada ni a nadie.
De los mejores artículos que he leído estos últimos meses. Muchas gracias por hablar de la determinación, asunto que muve tapetes pero que es importante destacar en la vida de las cosas. Gracias de nuevo
Quisiera trasladar una sugerencia. Quienes buscamos los blogs de El País desde un smartphone, antes de la renovación de estructura de su app teníamos mucha más facilidad de localizar esta sección. En mi caso, disfrutar de la lectura de los blogs era una gran fuente de inspiración y aprendizaje para mi blog personal Dame tres minutos https://dametresminutos.wordpress.comPodrían replantearse mejorar la visibilidad de su sección de blogs?Mil gracias!José
" Bla bla bla",no has entendido un carajo de lo que decía el blog.
"Cariño, por que estais así tan triste? Alguna cosa te hace cabreado. Vuelva, viene a cantar para olvidar la magoa tuya"https://www.youtube.com/watch?v=GWBCJOG7kMs
Hay veces que la vida corre tan deprisa que no te da tiempo a pensar en ti mismo y en el porqué te suceden esas emociones o sentimientos que no te hacen feliz o te hacen sentir mal y muchas veces te acostumbras tanto a eso que el tiempo va pasando y cada vez te vuelves más mayor y te cuesta pensar o simplemente ni te lo planteas. Pero también existe el miedo , una vez que has pensado en ello, a tomar una decisión porque no llegas a tener la seguridad que te vas a encontrar mejor, por eso mucha gente prefiere seguir como siempre.
Es lo que nos sucede a muchos, pero la procesión va por dentro, es por eso que es importante acudir a la ayuda de un terapeuta o psicólogo, quien nos ayudará a canalizar y sobrellevar situaciones límites sin tener consecuencias en nuestra salud.
Muchas gracias a todos y a quienes estas reflexiones les sirven para desde su experiencia aportar más luz en el camino del vivir.Me gusta especialmente cuando entre todos completamos mapas vitales para hacer de la vida y con la vida espacios más amables, si no felices.Abrazos fuertes!

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