Presunción de inocencia, inexistente
Tengo 27 años, soy estudiante y me he quedado fuera del sistema.
Desde los 26 ya no estoy cubierta por la Seguridad Social de mi padre, ahora soy “no llega a ingresos mínimos”; la tarjeta europea y otras prestaciones se reducen a lo indispensable. Sanidad, bajo mínimos. Llevo años trabajando con becas, he colaborado con el Departamento Leonardo da Vinci en Italia y con la Delegación de Alumnos. Nunca he podido declarar estas actividades, están “exentas de tributación”. Trabajo, no consta.
He solicitado una beca como “económicamente independiente” porque vivo de los ahorros de esas becas. La Comisión ha consultado mi renta y, a su entender, como nada consta, no tengo ingresos suficientes. Beca de estudios, denegada. Han deducido que dependo de mis padres sin ninguna justificación. Presunción de inocencia, inexistente.
No es cierto que ni estudiemos ni trabajemos, es que acceder a la educación es cada vez más caro y es imposible encontrar trabajo. No es cierto que estemos empeñados en defraudar a Hacienda, es que no nos tiene en cuenta.— Andrea Fernández. Madrid.
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