_
_
_
_
_

Cuatro pistas para encontrar el pijama de hombre perfecto

¿Duda entre una sesión de 'paintball' o una corbata anodina? Regale (o regálese) un pijama y quede como un señor

Carlos Primo
Imagínese esta escena de Rock Hudson con una camiseta vieja de la Expo’92 y unos boxers. No es lo mismo.
Imagínese esta escena de Rock Hudson con una camiseta vieja de la Expo’92 y unos boxers. No es lo mismo.Julia Lillo

Hace tiempo que aquella máxima de Baudelaire –“la elegancia es una muestra de la aristocrática superioridad del espíritu”– se quedó un poco anticuada. Así que no podemos convencerle de que invierta en un buen pijama clásico argumentando que el popelín le hará mejor persona o que su salud y calidad de vida mejorarán notablemente. Estaríamos engañándole.

Para llevarle a nuestro terreno, sólo podemos acudir a lo que verdaderamente cuenta: el hedonismo. El que genera el tacto de un buen tejido y el que nace de saberse bien vestido sin necesidad de testigos. Lo cual nos lleva a revisar la creencia popular que afirma que regalar un pijama por Navidad es una antigualla o un obvio recurso de última hora. Encontrar el adecuado implica haberse molestado en buscar (hay mucha morralla ahí fuera) y en conocer los gustos del agraciado. Demuestra intención. Y, sobre todo, evoca el bien más preciado de las sociedades contemporáneas: el tiempo que pasamos en casa, las horas de sofá, de sueño, de apacible clemencia doméstica. Y seguirá en su armario cuando todos esos packs experiencia hayan caducado.Cosas a tener en cuenta...

1. TEJIDO

No hay nada como el algodón 100%. A nadie le da alergia, se mantiene impoluto durante años, es cálido en invierno y fresco en verano. Hay quienes prefieren la seda, pero es mucho más cara y, sobre todo, mucho más escurridiza. A estas alturas, tampoco es cuestión de caerse de la cama. Los tiene de todos los precios: desde 40 euros hasta 1.000.

Con este pijama de Derek Rose acierta sí o sí...
Con este pijama de Derek Rose acierta sí o sí...

2. CORTE

El pijama clásico de tela consiste en una camisa abotonada y un pantalón recto del mismo tejido. Lo encontrará sin dificultad en colores claros, a cuadros o rayas de tonos complementarios, con o sin ribete, con el cuello abierto o con solapa. Incluso los hay entallados, pero evítelos. Qué incómodo.

3. LUJO

Hay empresas que han construido auténticos imperios a base de vender pijamas de calidad. La líder absoluta es la londinense Derek Rose, que ofrece estampados, tejidos y cortes para todos los gustos. También está Charvet, en París. En España, acuda a las camiserías más clásicas, como Camisería Burgos (Madrid) o Santa Eulalia (Barcelona).

4. COMPLEMENTOS

Si quiere seguir explorando, el nivel avanzado de experto pijamero pasa por hacerse con un buen batín de algodón o lana. También puede invertir en unas pantuflas cómodas y cálidas (las hay de cuero, imitando a los mocasines, pero eso entra casi dentro del género paródico). O ya puestos, en una pipa, que muy Sherlock Holmes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_