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Tentaciones
Lo que hay que ver

Rossy de Palma: "Ahora un actor prefiere ser conocido que hacer cosas"

La artista estrena hoy la obra 'Resilenza d'amore' en el teatro Español

“¿Hoy es fiesta? Ni lo sabía… Para los artistas no hay festivos ni laborables”

Así saluda Rossy cuando le digo que es puente.

Con 51 años desprende una energía envidiable. Está pletórica. Le sobran motivos, y rápidamente me hace partícipe de su particular alegría: estrena “Resilenza d´amore” en el Teatro Español DE MADRID. Sólo 5 funciones, desde hoy y hasta el domingo 13 de diciembre. Una cosa exquisita, raruna, personal. Como ella.

Rossy es mucha Rossy, y tiene tanto que contar, y lo cuenta tan bien que cuando hablo con ella tengo la sensación de que me he perdido algo hasta ahora. (Supongo que estoy acostumbrada a gente sin sangre, a la autopromoción barata, a famosos sin discurso, a mentes planas y vidas tristes… Y Rossy es todo lo contrario: hace fascinante cada cosa sin necesidad de airearla)

“La Resiliencia es la capacidad de sobreponerse a la adversidad y a los acontecimientos traumáticos por muy duros que estos sean e incluso resurgir fortalecidos” explica ella misma. Y de eso va su recital, porque lo que va a representar es un recital compuesto por ella y sus circunstancias. De hecho ha estado representando esta obra en el mítico Piccolo Teatro de Milano con gente quedándose fuera cada día.

¿De qué trata “Resilenza d´amore”?

Tiene mucha relación con el surrealismo, las vanguardias, Dalí y Lorca. Voy a recitar a Lorca en italiano. El italiano es muy musical. Hay mucho en italiano, porque cuando la poesía es visual, no necesita ser traducida. La creé en italiano y se queda así.

Cada parte es como una perla, y la obra es una especie de collar de perlas que yo voy engarzando. De ahí lo de la resilencia, el sobreponerse… Pero también tiene humor: hay una parte en la que estoy en un bazar chino, rodeada de objetos surrealistas que yo intento vender. El recital pasa por la dulzura, el desamor, la luz… es muy sanador. El arte es terapéutico.

Tú eres muy artista, en el más amplio sentido de la palabra…

Esta obra por ejemplo es un hervidero creativo, que responde a la curiosidad de artista…

Yo ya escribía poesías dramáticas de desamor a los 6 años, que mi abuela guardaba como oro en paño. Y como en El Mago de Oz, me di cuenta de que hay otro mundo, un mundo prosopopéyico que no es donde estás, pero sí donde vas a estar.

Tengo mi familia artística, con la que comulgo en todo, pero tengo también mi familia de origen, una familia normal de Mallorca. Mi padre era albañil, maestro de obra y mi madre igual, clase media baja, y siempre han ejercido de artistas.

La tuya es una carrera muy amplia, que cubre muchos aspectos, y muy distintos.

De todo esto también trata “Resilenza d´amore”. La vida es como una cebolla, llena de capas que vas quitando. Lo mismo me ocurría de pequeña con los juguetes. Mi padre me decía que no me regalaría más muñecas porque las iba desguazando. Pero es la búsqueda misma, quitarse capas… La humanidad y las lágrimas… como el viaje de Ítaca. Lo importante es el viaje, no lo que encuentras al final.

Has vuelto a trabajar con Almodovar, para su próxima película, “Julieta” (ahora mismo en postproducción)

No quiero decir nada todavía. Solo que interpreto un personaje más mayor y con mucha caracterización. Un personaje antipático pero hermoso… Y bueno, que ha sido maravilloso el trabajo.

Gracias a las redes sociales, nos hemos enterado de que has estado en la feria Art Basel de Miami. Pero tú no has dicho nada, no te hemos visto promocionarte por aquí.

Sí, estuve haciendo una performance allí. ¿Sabes que pasa? No doy a conocer todas las cosas… Verás, hay un momento en la obra en el que me quito varios velos, pero me dejo uno cubriendo la cara. Y de alguna forma lo explico. Digo: Me escucháis cuando me oculto el rostro. Hay que cubrirse el rostro para ser visto. Hay que ocultarse.

Pero tampoco renuncias a las redes sociales. De hecho eres bastante activa.

Vivo enganchada… Pero no pierdo la perspectiva.

Ya, a veces hay demasiada sobreexposición…

Sí, el mundo del celebrity y el mainstream está adulterado… a veces es demasiado.

Antes, hace años fluía la energía creativa sin premeditación ni estrategia. No queríamos ser famosos. Ahora un actor prefiere que lo conozcan antes que hacer cosas.

Todo tiene su parte positiva y negativa, pero pasarse no conviene. Es como las drogas de los 80 o la carretera que mató a mucha gente. Esto es un viaje que si se da mal y si tienes un exceso te vas por peteneras.

¿En los 80 no había ambición?

Mucha menos.

Fino, bajista de los Enemigos, me contó que trabajaba contigo en el King Creole (hoy Freeway, bar de referencia de Malasaña) en aquella época.

Sí, qué maravilla, me encanta saber que Los Enemigos hayan vuelto, me encanta Fino. Entonces todo era así; yo tenía mi grupo (Rossy se refiere a Peor Imposible, grupo insignia de la famosa Movida) y él el suyo… Pero estábamos a otra cosa, a lo nuestro. Cada uno era de su padre y de su madre, y eso era muy enriquecedor.

¿Sientes nostalgia del pasado?

No, nostalgia no.

Mi hija me dice “Qué suerte haber sido joven en los 80”. Pero ahora tienen otras cosas, tienen otra libertad por lo digital.

¿Me invitas al teatro, Rossy?

¡Claro! Además el Teatro Español de Madrid es el más antiguo del mundo si contamos el teatro de forma continuada, porque desde que abrió no ha cerrado jamás. ¿Sabes? Los teatros son como amantes, yo hago el amor con el teatro; y voy apuntando una crucecita por cada uno.

Además vas a salir muy arriba y muy contenta, es algo muy femenino, porque el mundo femenino es lo que más me interesa… y ver “Resilenza d´amore” es como hacerse un tratamiento facial.

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