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'Bohemian rhapsody' cumple 40: con esta versión se desternilló Mercury

Hasta el cantante de Queen se partió de risa cuando vio la secuencia de la película 'Wayne's world' donde se parodia su clásico

Sara Navas
"¡Galileo, Galileo!". Los cinco colegas de la película cantando como si no hubiera un mañana.
"¡Galileo, Galileo!". Los cinco colegas de la película cantando como si no hubiera un mañana.

De todos es sabido que en el mundo de la cultura hay unos cuantos becerros de oro que nadie se atreve a cuestionar. Deidades paganas que debes adorar si no quieres caer en el ostracismo. Algunos ejemplos serían La Metamorfosis de Kafka, La naranja mecánica de Kubrick, o Bohemian rhapsody de Queen, que estos días cumple 40 años (se publicó el 31 de octubre de 1975). Pero aquí no vamos a hablar de la grabación original, sino de la versión más delirante.

En 1992, el cómico, actor y guionista Mike Myers tuvo claro que con una buena parodia podía recordarnos a todos sin excepción lo que nos gustaba la canción de Mercury, y logró rescatarla del pozo de olvido en el que se encontraba. Al escribir el guión, luchó para que la película Wayne's world ¡¡Qué desparrame!! (así se llamó en España, pero el título original es simplemente Wayne's world) empezara con la mítica escena en la que cinco melenudos recorren las calles de la ciudad montados en un coche, descoyuntándose al ritmo de la ensalzada rapsodia bohemia.

“Quería reflejar el espíritu de esa época de la vida, justo antes de tener que hacer cosas de adultos, como pagar impuestos y todo eso”, ha explicado Mike Myers a la revista Rolling Stone. Y vaya si lo consiguió: la secuencia inicial de la película fue todo un éxito, y el propio Freddie Mercury se partió de risa cuando le enviaron la cinta, a pesar de estar gravemente enfermo (falleció poco antes del estreno del filme).

Y es que todo es excesivo dentro de ese coche: los peinados rubios en plan Europe, las Ray Ban Wayfarer gigantes de Dana Carvey, el meticuloso reparto de los “Galileo”… todo está perfectamente dispuesto y sincronizado para que la pequeña ópera transcurra en armonía. Ni siquiera el estado lamentable del último miembro en subirse al coche supone la más mínima traba para que el asunto funcione como un reloj.

Lejos de necesitar el sobrecito para vomitar que le ofrece su compañero, Sean Sullivan termina uniéndose al coro y agitando la cabeza como si no hubiera un mañana. “Yo tenía 36 años por aquella época, así que rodar aquello durante cuatro horas, ¡fue brutal!”, reconoce Carvey en la misma revista. De hecho, Brian May, guitarrista de Queen, cuenta que ellos hubiesen hecho exactamente lo mismo cuando la parte heavy de la canción sonara en la radio, porque tenían un sentido del humor muy similar al de la película.

El gran logro de Mike Myers fue que consiguió convertir un puñado de planos en una de las escenas más memorables para los amantes de la banda, un homenaje a su recién desaparecido líder, y una nueva oportunidad de rescatar un clásico sin precedentes. Vayan preparando el collarín, y disfruten sin mesura.

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Sobre la firma

Sara Navas
Redactora de ICON desde 2016, año en que llegó a EL PAÍS. Es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y ha escrito el libro ‘La monarquía al desnudo. Del rey que nació en un retrete al soberano playboy’.

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