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Dos actrices iraníes huyen tras colgar en la Red fotos sin velo

Sadaf Taherian y Chakameh Chamanmah han sido tachadas de inmorales por la autoridades de Irán

Ángeles Espinosa
La actrices Sadaf Taherian y Chakameh Chamanmah.
La actrices Sadaf Taherian y Chakameh Chamanmah.

Dos actrices iraníes se han visto obligadas a abandonar su país después de que las autoridades las tacharan de “inmorales” y les prohibieran volver a actuar. ¿Su delito? Haber colgado online varias fotos en las que aparecen sin el preceptivo velo. Sadaf Taherian, que se ha refugiado en el vecino Dubái, ha admitido que se trató de un gesto de protesta, pero se ha declarado sorprendida por el grado de acoso del que ha sido víctima. Chakameh Chamanmah que al parecer se halla en EE. UU., no ha hecho comentarios.

“No esperaba esto de la gente de Irán, de mi propia cultura, oír tantos insultos”, ha declarado Taherian en el programa Tablet, del canal en persa de La Voz de América. “Solo puedo sentir pena por su reacción, no tengo más que decir”, añade la actriz tras admitir que “estaba nerviosa y preocupada sobre cómo reaccionaría la gente a sus fotos”.

La actriz, que aparece en la película recién estrenada Asre Yakhbandan (Edad de hielo), cuenta en su entrevista con Masih Alinejad que subió las fotos sin pañuelo a su perfil de Instagram y Facebook “en protesta por las estrictas leyes que en Irán obligan a las mujeres a cubrirse la cabeza”. No es la primera en hacerlo. Desde que Alinejad, una conocida activista en el exilio desde 2007, lanzó su campaña Mi libertad oculta a través de las redes sociales han sido numerosas las iraníes que han colgado imágenes con su cabello al aire.

Unos días después, Chamanmah también divulgó en su Instagram varias imágenes con la melena al aire. Aunque ella no ha hablado directamente, algunos familiares han manifestado que “optó por esa ropa de acuerdo con la cultura social del país al que ha emigrado”. De inmediato, grupos de presión cibernéticos empezaron a dejarles comentarios ofensivos y machistas.

En Instagram, una de las redes favoritas de los jóvenes iraníes, hay chicas mucho más destapadas y provocativas que ellas, incluidas la hija de un viceministro. Pero la mayoría de las cuentas son privadas y solo circulan entre un número pequeño de contactos. Las fotos de las actrices han llamado sin embargo la atención del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica, del que dependen las licencias para libros, películas, obras de teatro y medios de comunicación.

La reacción ha sido fulminante. “Desde el punto de vista del ministerio, estas dos actrices ya no se consideran artistas (…) y no serán autorizadas a seguir actuando”, según el portavoz, Hosein Noushabadi. De momento, el nombre de Chamanmah se ha retirado de los créditos de la teleserie Baran-e-man que se emite en el Canal 3 de la televisión iraní.

Desde un año después de la revolución de 1979 que instauró la República Islámica, la ley obliga a todas las mujeres en Irán, sea cual sea su nacionalidad o religión, a cubrir su cabello y las formas de su cuerpo en público. El hiyab, también llamado velo islámico, se ha convertido en un símbolo del régimen instaurado por el ayatolá Jomeini y en campo de batalla entre feministas y conservadores.

El cambio generacional experimentado desde entonces (el 60% de los iraníes han nacido después de la revolución) ha dejado obsoleta la norma. Si bien las más piadosas aún emplean el austero chador (que envuelve totalmente en negro sus cuerpos), los pañuelos de la mayoría de las mujeres urbanas se reducen al mínimo imprescindible para cubrir el expediente, salvo en la universidad o las oficinas gubernamentales donde el control de la vestimenta es más estricto.

“He llevado el hiyab por amor a mi carrera y exigencia de las películas. Pero quiero vivir en un lugar y de una forma que me haga feliz”, resumía Taherian en la entrevista, durante la que también denunció el acoso sexual que ha sufrido en los platós. La actriz se dio a conocer hace dos años con Hich Koja Hich Kas (Nadie en ninguna parte).

Hace justamente un año también fue sonada la condena a seis meses de cárcel y 91 latigazos a varios jóvenes que colgaron un vídeo bailando al ritmo de Happy de Pharrell Williams, uno de los problemas, además de que chicos y chicas bailaran juntos, era que ellas se desprendían de los pañuelos. Otra conocida actriz, Golshifteh Farahani, también se vio obligada a exiliarse hace unos años después de que mostrara el pecho en un corto.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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