'Pesadilla antes de Navidad' (Henry Selick, 1993). Con el sello de Tim Burton los seres de ultratumba volvían de nuevo al reino de los vivos capitaneados por Jack Skeleton, el rey del Pais de Halloween que por un azar descubre que existe otro país, el de la Navidad, luminoso y lleno de color. Cuando el universo de Roger Corman y Edgar Allan Poe se encuentra con la América de Walt Disney en las fantasías infantiles de Tim Burton.'Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)'. Si hay unos muertos de risa -a pesar de la violencia extrema- y con unas buenas dosis de filosofía mordaz, estos son los protagonistas difuntos de las películas de Quentin Tarantino. La influencia y admiración del director americano por Sergio Leone sin duda ha pesado en esta mirada desmitificadora de la muerte y sus seres más próximos.'Tomates verdes fritos (Jon Avnet, 1991)'. Entre las sorpresas de esta historia sobre la amistad y solidaridad entre mujeres destacaba la cocción a fuego lento y deliciosos aromas del sur del difunto y maltratador marido de Mary-Louise Parker, una nota de canibalismo que despertaba grandes simpatías entre los espectadores a la vista del justo festín culinario.'Al That Jazz (Empieza el espectáculo, Bob Fosse, 1980)'. Transformar tu propia muerte en un espectacular 'show' digno de Las Vegas solo se le podía ocurrir a Bob Fosse. Una apoteosis final rodeado de coristas, familiares y amigos al pie de tu lecho mortuorio del hospital y a los acordes del 'Bye Bye Love' de los Everly Brothers. Anotemos como Ángel de la Muerte a una bellísima Jessica Lange recién escapada de los brazos de King Kong.'El gran Lebowski (Joel & Ethan Coen, 1998)'. Los hermanos Coen escribían uno de los momentos más divertidos del cine contemporáneo con la muerte como protagonista: John Goodman y Jeff Bridges se disponen a esparcir las cenizas del difunto Donny ( Steve Buscemi) en un acantilado frente al Océano Pacífico. A causa del viento los restos mortales del difunto acaban cubriendo a Bridges y sus gafas de sol.'El baile de los vampiros (Roman Polanski, 1967)'. Gracias a Polanski, los vampiros y sus cadáveres exquisitos regresaban a la pantalla dándole una vuelta de tuerca con humor e irreverencia a un género que vivía sus horas más bajas desde que Christophe Lee había despertado de su ataúd a finales de los años cincuenta. Un profesor cazavampiros con un cierto parecido a Albert Einstein, una Sharon Tate al dente y el primer vampiro gay reconocido de la historia.'Un funeral de muerte (Frank Oz, 2007)'. A diferencia de las bodas, los funerales todavía constituyen una ceremonia secundaria en la pantalla como subgénero cinematográfico, aunque nos ha dejado algunos momentos inolvidables. El director Frank Oz volvió a poner de relieve que no hay nada como la despedida de los seres queridos para que brillen con todo su explendor las miserias de la comedia humana.'Los seres queridos (Tony Richardson, 1964)'. De la mano de la adaptación de la novela de Evelyn Waugh, el oscarizado director de Tom Jones desembarcaba en Hollywood con una sátira de la industria sobre la industria funeraria y el culto-nada espiritual- a los difuntos. Reparto bastante extravagante y dos guionistas de excepción como Terry Southern y Christopher Isherwood que acabaron cocinando una comedia de tintes demasiados fúnebres para el paladar de Hollywood.'Volver (Pedro Almodóvar, 2006)'. La primera comedia con muertos vivientes a cargo de Almodóvar sustituía las vísceras y otros ingredientes del género por el gazpacho manchego, el viento solano y la comedia de fantasma a cargo de Carmen Maura como el espíritu burlón y Penélope Cruz a medio camino entre Anna Magnani y la Sophia Loren de Matrimonio a la italiana.'Juan de los Muertos (Alejandro Brugués, 2011)'. Ofrecer como tarjeta de presentación “el primer film cubano de zombis” constituía una excelente operación de márquetin cinematográfico. Después de 50 años de bloqueo, los habitantes de la isla tenían que hacer frente a la invasión, aunque esta vez no del imperialismo norteamericano, sino de un ejército de zombis sedientos de sangre, una plaga mucho más devastadora que cualquier ciclón tropical.'Harold y Maude (Hal Ashby, 1971)'. El paso del tiempo ha acabado depositándola en ese limbo para cinéfilos adoradores de curiosidades, extravagancias y obras fuera de catálogo. La cosa no es para menos, porque reunir como pareja protagonista a un joven con tendencias suicidas y una vitalista viejecita -aquí la estupenda Ruth Gordon- aficionada a los funerales, tenía su miga en esta especie de 'Love Story' para amantes de lo incorrecto.'La muerte os sienta bien (Robert Zemeckis, 1992)'. Entre las propuestas más disparatadas salidas de Hollywood en la década de los noventa, 'La muerte os sienta bien' se ha ganado con todos los honores un lugar reservado entre las comedias luctuosas y delirantes. Sus dos protagonistas femeninas, Meryl Streep y Goldie Hawn, son un reconocimiento a la vista de los efectos especiales que padecieron sus rostros y cuerpos serranos sin tener que pasar por el bisturí.'El cielo puede esperar (Warren Beatty & Buck Henry, 1978)'. Contemplar a Warren Beatty como ángel caído del cielo en chándal durante cerca de dos horas no era la oferta más idónea para optar al Oscar al mejor vestuario. Aún así, en una hábil mezcla de comedia romántica y crítica social, los difuntos volvían a brillar en su paso por la tierra y por la pantalla como en los mejores tiempos.'Zombies Party (Edgar Wright, 2004)'. Aunque el género zombie sufre de unos años a esta parte de una cierta inflación entre la pantalla grande y la pequeña, hay que agradecerle a la película, sus protagonistas y autores su contribución vigorosa al celuloide necrófilo filtrado por el humor 'british' que hizo que mereciera el elogio del patriarca del género, George A. Romero.
