Historias de Kazajistán (II): el cañón Sharyn
Kazajistán es, sobre todo, un país para ver naturaleza. Y uno de los rincones naturales más espectaculares es el cañón que forma el río Sharyn. Un “pequeño Gran Cañón” cerca de la frontera con China.
El río Sharyn (pronúnciese Charyn) nace en las Tian Shan, las Montañas Celestiales. Y durante los últimos millones de años se entretuvo en excavar una cuenca de roca arenisca que atraviesa hasta horadar una profunda garganta de 156 kilómetros de largo y hasta 300 metros de profundidad.
La comparación con el cañón del Colorado es inevitable, pero hay que avisar que éste es solo un hermano pequeño, muy pequeño. Que nadie espere las dimensiones del norteamericano. Lo cual no desmerece en nada la visita.
La parte habilitada para el turismo es un cañón lateral de unos dos kilómetros con excelentes formaciones rocosas, englobado dentro del Parque Nacional Sharyn. La entrada al parque está a 220 kilómetros (unas cuatro horas en coche) al este de Almaty, muy cerca de la frontera con China.
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Muchas agencias de Almaty, como por ejemplo Discover Kazakhstan, organizan excursiones al cañón. Lo más recomendable es llegar para ver atardecer desde lo alto de la garganta y al día siguiente dar un paseo por el fondo del barraco.
No hay hoteles en kilómetros a la redonda, pero abajo en el cañón, a la orilla del río, hay una zona de acampada, con posibilidad de dormir en grandes tiendas en forma de yurta o en unas cabañas de madera de reciente construcción.
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