Kate Middleton regresa al trabajo
La duquesa afronta una apretada agenda para descargar la actividad de Isabel II
Desaparecida del ojo público desde que diera luz a su segunda hija el pasado mayo, la duquesa de Cambridge, Catalina de Inglaterra regresa esta semana a primer plano con una cadena de actos oficiales que desmienten los rumores sobre su intención de prolongar indefinidamente la baja por maternidad. El mensaje de palacio, a la hora de anunciar una agenda repleta de compromisos, está claro: la duquesa forma parte de ese “núcleo duro” de la realeza que antepone el servicio público a todo lo demás, incluido en su caso, la condición de madre de dos niños pequeños.
El estreno de Catalina (nacida con el nombre Kate Middleton hace 33 años) en las lides oficiales del nuevo curso se producirá este jueves, en una visita en solitario al centro Anna Freud, consagrado a la salud mental de los menores. Pero tendrá su punto estelar al día siguiente, en la inauguración de la Copa Mundial de Rugby en Twickenham, un barrio del sudeste de Londres identificado con ese deporte que cultivan las clases acomodadas. Su calendario laboral de octubre arranca con la presidencia de un foro de ONG, a la que siguen sendas visitas a la localidad escocesa de Dundee y al norte de Gales, esta vez acompañando como consorte al príncipe Guillermo. Esos compromisos obligarán a la pareja real a abandonar una plácida existencia en su mansión de Norfolk (este de Inglaterra), donde Guillermo ejerce de piloto de helicóptero en labores de rescate y el matrimonio puede disfrutar de la vida familiar alejado de los focos.
La avanzada edad de Isabel II, abuela de Guillermo, reclama un creciente compromiso de sus más directos allegados en la agenda oficial para aligerar la presión sobre la octogenaria monarca, que desde este mes encabeza el reinado más longevo de la historia británica. Carlos, el heredero de la corona, viene sustituyendo de forma creciente a su madre, pero la pareja que conforma con Camilla no puede competir con la popularidad de Guillermo y Catalina, ni sobre todo con la proyección que suscitan en la prensa. Una imagen de la duquesa de Cambridge con nuevo peinado, captada por los fotógrafos a principios de semana durante una visita al castillo escocés de Balmoral, ha sido reproducida por casi todos los diarios de las islas.
Criticada en el pasado por su renuencia a participar en la palestra pública -y en cambio muy proclive a las escapadas de asueto en islas caribeñas-, Catalina sorprendió al público británico con una frenética actividad oficial en los últimos meses de su segundo embarazo. El lógico periodo de descanso tras el nacimiento de la princesita Carlota acabó convirtiéndose en unas largas vacaciones, según la lectura de una prensa rosa ansiosa por recuperar a la joven y atractiva duquesa para sus portadas. La única noticia que ha procurado a lo largo de los últimos cuatro meses ha sido la queja formulada por el acoso de los paparazis a sus dos hijos, especialmente al primogénito Jorge, de 2 años.
Los medios que temían un nuevo repliegue de Catalina, justificado en los deberes maternales, celebran ahora su inminente regreso al encuadre de sus objetivos. La princesa quiere favorecer los gestos en favor de las organizaciones que protegen a la infancia, pero la fotografía más perseguida de los próximos días será la de su asistencia a un mundial de rugby capaz de paralizar la actividad diaria de todo un país. En el palco de honor estará la duquesa de Cambridge, junto a su marido Guillermo y su cuñado Enrique, recién regresado de un largo periplo africano, demostrando una vez a quién pertenece el reino mediático en la corte de Isabel II.
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