El niño de la playa
La imagen del cadáver de un niño en la arena de una playa turca es la escena más escalofriante que uno puede imaginar; conmociona a todo ser humano. Este año el movimiento migratorio está batiendo todos los récords en la ruta del Mediterráneo, con más de 2.500 personas muertas. La guerra en países como Siria e Irak hace que muchas personas se vean empujadas a huir y jugarse la vida para conseguir entrar en Europa. Viajan, generalmente, en condiciones infrahumanas, hacinados en embarcaciones clandestinas con nulas medidas de seguridad. Son los dramas de los que se escapan de la guerra en busca de un lugar que les pueda ofrecer paz, libertad y una vida digna.
Hasta que las instituciones europeas no tomen conciencia de esta grave situación y decidan ofrecer refugio ordenado a estas personas, seguiremos asistiendo a trágicos sucesos en el mar y en las carreteras. Urge, pues, que los líderes europeos busquen soluciones inmediatas y lleven a cabo también proyectos de cooperación en los países de origen.— José-Benigno Pérez Rico.
