Justin Bieber, entérate: ‘no’ significa ‘no’
El nuevo single de la estrella perpetúa la tendencia machista del pop según la cual el hombre sabe lo que quiere la mujer mejor que ella misma
Cuando una mujer dice “no”, exactamente, ¿qué quiere decir? Cuando te pide que la dejes, que te vayas, ¿qué extraño y misterioso mensaje ocultan realmente sus palabras?
Ah, las mujeres, esas criaturas incomprensibles que dicen una cosa cuando lo que algunos quieren escuchar es otra. Así que, obviamente, en el fondo, lo sepan ellas o no, deben querer decir lo contrario. Lo que sea que se ajuste al guión mental y pasional que el traductor de turno necesite seguir.
O al menos esa es la conclusión a la que llega Justin Bieber en su última canción: What do you mean? “¿Qué quieres decir?”.
Bieber, a quien recordaremos de trabajos recientes como la campaña publicitaria en ropa interior para Calvin Klein luciendo tatuajes aleatorios y sesiones de machaque en el gimnasio, atreviéndose con una operación bigote que algún asesor iluminado se jugaría el puesto al proponer abortar, o protagonizando una de las mejores declaraciones legales de la historia, ese Bieber, quiere decirnos a todos que ahora es un hombre. Y como tal, ha dado con el santo grial del conocimiento machista: la convicción de que cuando una mujer me dice algo que no quiero oír, debe querer decir otra cosa.
“What do you mean when you nod your head yes, but you wanna say no?”
“¿Qué quieres decir cuando asientes con la cabeza pero quieres decir que no?”.
One Direction, con su What makes you beautiful, predicaban a sus millones de jóvenes e impresionables fans que tener autoestima hace a las mujeres automáticamente feas. “Recordad, chicas, la baja autoestima atrae mucho a los hombres. Los tíos siempre van a por la fruta caída. Más fácil de coger”, así empezaba su deconstrucción de la canción Stephen Colbert en The Colbert Report. “’No sabes que eres hermosa, eso es lo que te hace hermosa’, pero ellos le acaban de decir que es hermosa, así que como ahora lo sabe, ya no lo puede ser”. Es lo que Colbert denominaba un estado quántico en el que se es a la vez atractiva y fea. El mismo estado cuántico en el que navega Bieber, que a la vez no sabe lo que las mujeres quieren decir, pero sí. En el que es al mismo tiempo ignorante y lector de mentes, para retomar su ignorancia una y otra vez. Ella me dice que sí se quiere ir, pero como no me interesa, me hago el loco y, utilizando mis poderes de superhéroe pop, le leo la mente, que para algo soy hombre y sé mejor que ella lo que quiere.
“You’re so indecisive. Don’t know if you’re happy or complaining”.
“Eres tan indecisa. No sé si estás contenta o molesta”.
La irritación y la felicidad. Dos sentimientos fácilmente sustituibles cuyas expresiones corporales y verbales son tan similares que el cantante de Baby, es incapaz de distinguir una de otra.
Y así continúa durante toda la canción. En un círculo vicioso que podría abanderar, como indicaba Colbert, el mismísimo M. C. Escher, Justin Bieber le canta a una mujer indecisa y confusa, de la manera más indecisa y confusa posible, siendo, de manera inconsciente, flecha y diana de sus propias palabras.
“Make up your heart. Better make up your mind”.
“Aclara tus sentimientos. Más te vale que aclares tus ideas”.
El poso que deja este mensaje con tonadilla pegadiza, sería malo por sí solo, si no habitara además en una sociedad sexista cuyo reflejo radiofónico es evidente y persistente. Las culpas siempre se las llevan el reguetón y el hip hop, pero el pop también tiene una fructífera historia misógina que, desgraciadamente, no parece haber entrado en su fase de declive.
Selena Gomez (a quien muy probablemente esté dedicada What do you mean?) nos canta acompañada de A$AP Rocky en Good for you, uno de los bombazos del verano, que su única preocupación es estar guapa y hacer que su chico se sienta bien. Sumándose así a esas canciones que, las busquemos o no, acaban ocupando nuestros tarareos más furtivos.
“What do you mean when you don’t want me to move but you tell me to go?”.
“¿Qué quieres decir cuando no quieres que me vaya pero me pides que me marche?”.
La “rape culture” o cómo hemos traducido en nuestro idioma, “cultura de la violación”, es aquella que perpetúa ideas sobre el consentimiento (o falta de), y las conductas que desarrollamos respecto al género y el sexo. Ideas como que si una chica dice que no, hay que seguir adelante, porque como cantaban Robin Thicke y Pharrel Williams en Blurred lines “sé que lo quieres”.
Justin Bieber no está inventado nada. Seguramente ni siquiera sea consciente de lo dañino de su mensaje. De lo nocivo de decirle a millones y millones de niñas y adolescentes que un chico sabe mejor que ellas lo que quieren. Que la interpretación de un hombre de los deseos femeninos es más poderosa que estos. Pero lo sepa o no, éste, que puede ser perfectamente el éxito que su carrera tanto necesita, ha puesto otro grano de arena (quizá un cubo entero) en la perpetuación de la cultura misógina. Usando además una de las más insidiosas y poderosas armas a su alcance: el pop.
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