La familia de Kurt Cobain lucha por evitar ver fotos de su muerte
Courtney Love y Frances Bean Cobain piden al juez que paralice la publicación de nuevas imágenes del cantante fallecido
El suicidio de Kurt Cobain en 1994 conmocionó al mundo del grunge y del rock. Y desde entonces se creó una leyenda que aún hoy sigue viva y dando que hablar. El pasado mes de abril se estrenaba el primer documental autorizado por la familia, Cobain: Montage of heck, y en estos 20 años no han cesado de salir teorías sobre su muerte. Ahora, un programa de televisión de Seattle (Estados Unidos) quiere sacar a la luz unas imágenes de la escena de la muerte del cantante con las que quieren demostrar que fue asesinado en su casa de Lake Washington. Y la viuda y la hija del cantante quieren impedirlo.
Courtney Love y Frances Bean, la única hija que tuvo la pareja, han acudido a un tribunal de Seattle para que paralice la difusión de las imágenes. Este viernes la juez Theresa Doyle tiene que escuchar los argumentos de las dos partes y decidir si prosigue con la causa que inicio Richard Lee, director de la televisión pública, contra el Ayuntamiento y el departamento de policía por el material que él cree que demostrará que Cobain no se pegó un tiro en la cabeza con una escopeta cuando tenía 27 años. Una teoría que parece ser que lleva años queriendo demostrar.
El Ayuntamiento de la ciudad en la que falleció el músico cree que el material debe permanecer en secreto para permanecer la intimidad de la familia. Una postura que apoyan tanto Love como Frances Bean, que han remitido una nota al tribunal explicando los efectos psicológicos y el impacto que tendría en sus vidas ver esas imágenes. “Tengo que enfrentarme con muchas historias personales por la muerte de mi padre. Enfrentarme incluso a la posibilidad de que esas fotografías se puedan hacer públicas es muy difícil. Y el posterior sensacionalismo tras la difusión de las imágenes nos causaría un dolor indescriptible”, dice Frances Bean.
La joven, de 22 años, afirma que ya en ocasiones se siente atosigada y acosada por los fans de su padre, y teme que pueda llegar a ser peor si coge fuerza la teoría de su asesinato hace 20 años. En la nota, Frances Bean recuerda que un seguidor entró en su casa de California y esperó tres días a su regreso porque “creía que el alma de mi padre estaba en mi cuerpo”.
“Su exposición pública reabriría todas mis viejas heridas y causaría a mi familia y a mí un permanente dolor y sufrimiento, y sería una gran violación de nuestra intimidad”, escribe por su parte Courtney Love, de 51 años. “Nunca sería capaz de borrar esas imágenes de mi mente. Ni siquiera puedo imaginarme el enorme trauma que eso me causaría a mí, para no mencionar a otras personas”, añade.
La policía de Seattle ya difundió el año pasado dos imágenes inéditas de la escena de la muerte de Cobain. Una de ellas mostraba una caja con drogas, una cuchara y lo que parecían ser agujas en el suelo, junto a la mitad de un cigarrillo y unas gafas de sol. Aunque lo que nunca se ha visto por ahora, ni parece que vaya a suceder jamás, es la nota de suicidio del cantante. En 1995 un juez dictaminó que Courtney Love las podía guardar bajo la más estricta intimidad.
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