Un crecimiento económico antiético
Desde hace un año, para calcular la riqueza del país se ha incorporado la generada por actividades ilegales como: tráfico de drogas, prostitución, y contrabando de alcohol y tabaco
Desde el 1 de septiembre de 2014 el INE (Instituto Nacional de Estadística) aplica el nuevo Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales: El SEC 2010. Este método incluye una serie de cambios para calcular la riqueza del país. Entre otros cambios, está la incorporación de actividades ilegales en la contabilidad nacional (prostitución, tráfico y consumo de drogas, contrabando de alcohol y tabaco). ¿Es ética la incorporación del SEC2010?
El año pasado visité la ciudad de Chicago. Era pleno invierno y en sus calles hacía un frío insoportable. Me sorprendió que la inmensa mayoría de los numerosos indigentes que pululaban por la ciudad fueran afrodescendientes. Pensé: "¿Cómo es posible que éste, el país más rico del mundo, no haya sabido integrar en más de 200 años a esta población? ¿No hay algo éticamente incorrecto en esto?" Luego me consolé pensando que estas cosas no pasaban en Europa.
Volvamos ahora al nuevo Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales. Una modificación en la medición de los datos macroeconómicos no parece, a priori, algo negativo. Un ejemplo: en países como España, con una tasa de paro tan alta, puede considerarse inaceptable la existencia de empleo sumergido (recordemos que el empleo no declarado falsea los datos macroeconómicos nacionales y es insolidario puesto que no paga impuestos y se beneficia injustamente de determinados subsidios). Parece pues conveniente una modificación en el cálculo de los datos relativos al paro. Esto permitirá, primero, luchar contra el trabajo en negro y, segundo, reflejar más correctamente cual es el nivel de desempleo real de nuestra economía.
Lo cierto es que, tras la introducción del SEC 2010, España pasará a ser aproximadamente 45.000 millones más rica (la riqueza española aumentará en un 4.5%). ¿Es el objetivo del Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales hacer parecer nuestra situación actual más atractiva? Si no justificable, sería al menos entendible que los políticos traten de maquillar los datos para defender su gestión.
En el modelo europeo no todo puede considerarse riqueza y no todo vale para crecer
Surge una serie de cuestiones importantes a las que habrá que hacer frente. Primero, desde un punto de vista técnico: ¿cómo se medirán las actividades ilegales? Evidentemente, no existen registros oficiales para estos menesteres. Los datos usados se basan en informes y encuestas de dudosa fiabilidad. Segundo, surgen preguntas de orden ético. Un pregunta inicial es que, si aceptamos las ganancias derivadas de drogas y prostitución como nuestra riqueza, ¿no sería pertinente la legalización y la regulación de las mismas? Más cuestiones: ¿es ético maquillar los datos de la economía? ¿Es ético considerar como riqueza la prostitución, las drogas y el contrabando? Y respecto a esto: si incluimos en nuestro producto interior bruto la riqueza que actividades ilegales proporcionan, ¿con qué autoridad moral podremos luego perseguirlas legamente?
Estas preguntas ponen en duda la validez moral del SEC 2010. Para analizar sus posibles alternativas, veamos el caso de Francia. Allí, el desacuerdo con este método de cálculo ha llevado a su Instituto de Estadística a implantar una doble contabilidad: la oficial y la doméstica. Esta última no incluirá determinados ingresos ilegales en el PIB. Y esto en base a que, según los franceses, una de las dos partes no participa libremente (en el caso de la prostitución clandestina) en las transacciones que generan esos ingresos.
El modelo europeo es diferente del norteamericano. En el otro lado del atlántico la libertad, con todas sus consecuencias, es una de las piedras angulares del sistema. En Europa quizás se enfatice más en la idea de la justicia social y en la búsqueda de una ética determinada.
Algunos afirmarán que la incorporación de actividades ilegales en la contabilidad nacional simplemente responde a un cambio de enfoque. Otros la tacharán de atentar contra la tradición del modelo europeo, un modelo en el que no todo puede considerarse riqueza y en que no todo vale para crecer.
En cualquier caso, y puesto que la introducción del SEC 2010 es ya una realidad, es preciso prever una correcta adaptación en términos de coherencia a la nueva situación. Y eso, en este caso, pasa por reconsiderar la legalización y la regulación de esas actividades ilícitas.
Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisión de la Unión Europea. El propósito de este artículo fue escrito por el autor por su propio nombre y no refleja necesariamente el punto de vista de la institución para la que trabaja. El propósito de este artículo no compromete la responsabilidad de esta institución.
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