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Sin pistas de por qué explotó el cohete de SpaceX a la Estación Espacial

La NASA asegura que el estallido del Falcon 9 no supone un problema para los astronautas de la ISS, donde hay provisiones para varios meses

Los restos del cohete han caído al Océano Atlántico.Foto: reuters_live | Vídeo: John Raoux / AP
Nuño Domínguez

Aún se ignoran las causas por las que un cohete no tripulado de la compañía SpaceX con material para la Estación Espacial Internacional (ISS) explotó ayer unos dos minutos después del despegue. Esta compañía privada es una de las elegidas por la NASA para abastecer a sus astronautas y llevar al espacio provisiones y experimentos científicos de varios países.

Elon Musk, el magnate que dirige SpaceX y Tesla Motors, ha tuiteado hace pocas horas que los ingenieros han acumulado varios miles de horas de análisis de datos del accidente, pero que aún no se conocen las causas del mismo. En estos momentos repasan los datos de los últimos milisegundos antes del desastre para intentar esclarecer qué sucedió.

El cohete Falcon 9 despegó en la tarde de ayer desde la Base de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, en Florida. El vehículo transportaba la cápsula no tripulada Dragon con unas dos toneladas de provisiones, equipación, recambios y experimentos científicos de la NASA, la Agencia Espacial Japonesa y la Europea (ESA) así como más de 30 proyectos científicos desarrollados por estudiantes.

El accidente en este vehículo es especialmente preocupante, pues es el único que puede traer material de regreso a la Tierra, informa Reuters. En un primer momento, Musk atribuyó el fallo a la excesiva presión en el tanque de oxígeno líquido en la última etapa del cohete.

La NASA reconoció ayer su “decepción” por el accidente por boca de su administrador Charles Bolden, aunque advirtió que los astronautas de la ISS tienen aún “meses” de provisiones. Está previsto que el viernes despegue hacia la ISS una nave rusa no tripulada Progress con provisiones y en agosto otra similar en un vehículo HTV japonés.

Bolden ha recordado que este ha sido el primer accidente de la compañía, que ya había mandado seis misiones similares con éxito, y ha resaltado que ahora trabajarán con ella para esclarecer las causas del accidente. “Esto nos recuerda que los vuelos espaciales son un reto increíble, pero aprendemos de cada éxito y de cada fracaso”, dijo ayer Bolden en un comunicado.

El accidente también ha marcado el tercer fracaso en otro de los proyectos de Musk: ser el primero en construir cohetes reutilizables que rebajarían de forma importante su coste actual. La primera etapa del cohete Falcon 9 está equipada para intentar aterrizar en una plataforma marina una vez utilizada, lo que requiere un sistema adicional de propulsores. El primer intento, en enero, fue un fracaso. En el segundo, el pasado abril, todo parecía ir bien hasta que poco antes del aterrizaje hubo un fallo técnico y también acabó en fracaso. En ambos casos, el resto del vehículo funcionó perfectamente y la cápsula Dragon llegó a la ISS sin problemas, al contrario que en esta tercera misión, la CRS-7.

El de ayer no es el único accidente reciente en naves de aprovisionamiento. En mayo, una Progress rusa quedó fuera de control y no pudo alcanzar la ISS, desintegrándose con toda su carga en su reentrada en la atmósfera. El pasado octubre, el cohete Antares de otra misión de avituallamiento de la compañía Orbital ATK explotó poco después después del despegue.

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Sobre la firma

Nuño Domínguez
Nuño Domínguez es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo Científico por la Universidad de Boston (EE UU). Antes de EL PAÍS trabajó en medios como Público, El Mundo, La Voz de Galicia o la Agencia Efe.

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