Cerca de 16 nacimientos al día, 46.000 ingresos al año, más de nueve millones de pruebas bioquímicas … Un recorrido gráfico por las entrañas de un hospital inabarcable.
El cardiólogo José Luis Merino maneja un catéter en la llamada "sala robotizada", donde cuentan con uno de los aparatos tecnológicos más avanzados para tratar arritmias.James RajotteDos residentes del servicio de digestivo durante el pase de visita a primera hora de la mañana.James RajotteUna técnico en el laboratorio de microbiología, donde se analizan, estudian y cultivan microorganismos. En el hospital se realizan al año más de nueve millones de pruebas bioquímicas.James RajotteEl subsuelo de La Paz es como un queso 'gruyère', surcado de túneles que recuerdan a los búnkeres de la Guerra Fría. Cuando alguien fallece (algo más de cuatro personas al día), se le traslada a través de ellos al mortuorio.James RajotteDavid Hardisson Hernáez, jefe de servicio de anatomía patologica, en la sala de autopsias.James RajotteEl doctor Félix Omeñaca, jefe del servicio de neonatos, entró en el hospital en 1972. "Es un lugar que se va adaptando al mundo”, dice sobre La Paz. "Lo que sigue siendo igual es que esta institución ha atendido tanto al nieto de Franco como al último inmigrante”.James RajotteUna madre acaba de dar a luz a su hijo en la tercera planta de la torre de la maternidad. Aquí nacen 16 niños al día. En el pico del 'baby boom' (1976) el ritmo era de 80 partos diarios.James RajottePasillo en la tercera planta del hospital maternal en La Paz. Símbolo del centro sanitario. Y uno de sus servicios de mayor prestigio. El gran paritorio de España. Donde han nacido cerca de 680.000 niños desde que se inauguró hace 50 años.James RajotteUn bebé prematuro en el servicio de neonatología.James RajotteUna madre junto a su bebé prematuro.James RajotteAspecto del vestuario femenino de los quirófanos del Hospital Infantil.James RajotteMédicos de la unidad de cuidados intensivos, practicando una traqueotomía a un paciente.James Rajotte
