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Condenada a tres años de cárcel la heredera de Nina Ricci

El Tribunal Correccional de París sentencia que la nieta de la modista escondió 18,7 millones procedentes de la herencia de su padre al fisco francés durante dos décadas

Álex Vicente
Arlette Ricci, a su salida del juzgado.
Arlette Ricci, a su salida del juzgado.Frederic Stevens

Hasta hace pocas semanas, Arlette Ricci era una de las personalidades más discretas del universo del estilo. Heredera del imperio de la moda  y el perfume creado por su abuela, la modista francoitaliana Nina Ricci, esta francesa de porte aristocrático se había caracterizado hasta ahora por su extrema discreción mediática. Pero su suerte cambió al verse involucrada en el escándalo Swissleaks, cuando su nombre apareció en la lista de titulares de cuentas no declaradas en la filial suiza del banco HSBC.

Ricci, de 73 años, fue condenada ayer a tres años de cárcel, dos de los cuales exentos de cumplimiento, y una multa de un millón de euros por fraude fiscal, que se suma a los 10 millones de impuestos impagados que le reclama la Administración francesa. El Tribunal Correccional de París sentenció que había escondido 18,7 millones de euros al fisco francés durante más de dos décadas, una suma procedente de la herencia de su padre. Además, el tribunal consideró que su actitud supone un ataque “al orden público y al pacto republicano”. Su hija Margot Vignat y uno de sus abogados, Henri-Nicolas Fleurance, también fueron condenados, pero no tendrán que cumplir penas de prisión. El de Ricci era uno de los nombres más célebres de la lista, en la que también figuran el actor Gad Elmaleh, el peluquero Jacques Dessange o el empresario Fabien Ouaki, antiguo propietario de las tiendas Tati.

Poco se sabía hasta ahora de la biografía de esta discreta heredera. Pese a aparecer como “ama de casa” en los ficheros del banco, Ricci empezó su carrera como psicoanalista lacaniana, antes de convertirse en dramaturga. Estudió Medicina y Filosofía, graduándose con una tesis “sobre el nihilismo europeo”, según una biografía aparecida en la revista teatral Playbill en 2002. La Red solo da cuenta de dos espectáculos estrenados: The Astronaut, presentado en un teatro de Connecticut en 2002, y una puesta en escena de Las olas de Virginia Woolf, representada en Hungría en 2011.

Jean-Marc Fedida, abogado de Arlette Ricci.
Jean-Marc Fedida, abogado de Arlette Ricci.CHARLES PLATIAU (REUTERS)

 En febrero, Ricci se presentó al juicio abierto en París por fraude fiscal desentendiéndose de lo sucedido. “Estoy muy impresionada. Me presentan como la heredera, cuando en realidad soy psicoanalista y escritora y no sé nada de estos asuntos financieros. Son los bancos los que han hecho esto en mi lugar”, sostuvo durante la audiencia, según Le Monde. Sin embargo, reconoció haber firmado una transferencia de una cuenta en Luxemburgo a otra en Suiza para destinar dinero a su hija Margot. “Es curioso y desagradable encontrarme aquí, cuando he pasado toda mi vida huyendo de esta familia a toda velocidad. No vivo como ellos; no quiero su dinero, que retuerce las relaciones; y quería demostrarles que no les necesitaba”, afirmó entonces la hija de Ricci, quien dijo ganarse la vida cantando en bares y dando clases de canto.

Sin embargo, la investigación determinó que había viajado regularmente a Ginebra para retirar efectivo, hasta 50.000 euros en 18 meses. Además, la policía judicial logró interferir una conversación telefónica en la que ambas reconocían ser conscientes de cometer un delito. Ricci reconocía haber comprado un chalet en Suiza para invertir parte de esos fondos en el mercado inmobiliario. Su abogado defensor, Jean-Marc Fedida, denunció ayer el carácter ejemplar del castigo. “Querían celebrar un juicio lo más ejemplar posible con la cabeza de turco más visible posible”, protestó Fedida, anunciando que recurrirá la sentencia.

De momento, las consecuencias en términos de imagen que la condena puede tener para la marca resultan inciertas. Nina Ricci cuenta desde el pasado octubre con un nuevo director artístico: Guillaume Henry, el joven diseñador que reflotó Carven, una marca histórica en horas bajas que logró volver a poner en los radares de la moda parisina. Hace pocos días, Nina Ricci -propiedad del grupo español Puig, que la adquirió en 1998- lanzó una nueva campaña para su perfume Extase, con Laetitia Casta y Quim Gutiérrez como protagonistas que hizo ruido en las redes sociales por su contenido erótico.

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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