Reino Unido 7, España 1

Esta entrada ha sido escrita porLeonardo Pérez-Aranda (@Princip_Mishkin).

El pasado lunes la Cámara de los Lores aprobaba la Ley de la Meta de AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo), que significa un paso más en los espectaculares avances realizados por la cooperación británica en los últimos años. Ya en 2013 Reino Unido entró en el selecto club de países que cumplen con la Meta internacional del 0,7%, consistente en destinar este porcentaje de la renta nacional bruta (RNB) a Ayuda Oficial al Desarrollo.

Reino Unido es la primera gran economía del mundo en alcanzar esta meta, pues hasta la fecha solo países pequeños o medianos lo habían hecho; y lo ha hecho gracias a aumentar gradualmente su presupuesto de cooperación durante los años de crisis económica y con una coalición de centro-derecha gobernando desde 2010. Y ha querido ir más lejos, y con la ley aprobada esta semana por el Parlamento se compromete a mantener su presupuesto de cooperación por encima del umbral del 0,7, tanto en este año 2015 como “en todos los años posteriores”.

Aunque parezca ciencia ficción, es inevitable comparar la realidad de la ayuda británica con la triste realidad de la ayuda española, coincidiendo además con nuevos recortes colados a espaldas de la ciudadanía. Es muy triste comprobar que ambos países, que avanzaban en paralelo (en 2007 y 2008 la AOD española era, incluso, superior a la británica), han separado tan radicalmente sus caminos en los últimos años. En 2013, último año con datos oficiales disponibles, la ejecución española representó un exiguo 0,17% de la RNB, frente al esfuerzo del 0,71% por parte de los británicos. Cinco años en que España recortó su ayuda en 3.000 millones de euros y Reino Unido la aumentó en 6.500 millones.

Pero reaccionar es posible. El Gobierno se ha escudado en todo momento en la crisis económica y los objetivos de déficit público para meter la tijera una y otra vez, pero la realidad demuestra que la voluntad política es la verdadera locomotora de las decisiones presupuestarias que toma un Gobierno. Reino Unido apostó por la lucha contra la pobreza y la desigualdad globales, asumió un compromiso, demostró que incluso en circunstancias adversas era posible cumplirlo, y ahora lo ha renovado y lo ha perpetuado en el tiempo. El Gobierno español, en cambio, se ha llenado la boca con promesas incumplidas y ha subordinado su política a otros intereses.

Se puede argumentar que España no estaba en condiciones de alcanzar la Meta del 0,7 tan pronto como Reino Unido, ya que la crisis ha tenido un mayor impacto en nuestro país y tampoco se contaba con una arquitectura institucional y medios técnicos suficientes para encaramarse, tan rápido, hasta el 0,7. Pero resulta totalmente injustificable lo que está pasando desde hace más de un lustro, y que puede resumirse en algunos datos:

• Solo en dos años (2010-2012) la AOD española cayó en un 65%. Nunca ningún donante de la OCDE había recortado tanto en tan poco tiempo. Estos recortes tan drásticos y súbitos tienen un enorme impacto en los países en desarrollo, que con el cierre precipitado de programas dejan de disponer de fondos con los que contaban.
• Entre 2009 y 2013 la ayuda española destinada a acción humanitaria ha caído en un 87%, la destinada a servicios sociales básicos en un 87% y la dirigida a los países de renta más baja en un 83%.
• Aunque el principal responsable de estos recortes ha sido el Estado Central, las Comunidades Autónomas no se han quedado atrás. Desde 2008 han recortado su AOD, en promedio, en un 70%, y algunas como Madrid en casi un 100%.

Nota del autor:

Campañas públicas como la de “Sí Me Importa”están generando una conciencia ciudadana en defensa de esta política pública y poseen plataformas que permiten adherirse por una mejor de las políticas públicas.