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La nave ‘Dawn’ se pone en órbita del planeta enano Ceres

La sonda de la NASA observará durante más de un año el gran objeto del cinturón de asteroides

Ilustración de la misión espacial Dawn, de la NASA.
Ilustración de la misión espacial Dawn, de la NASA.William K. Hartmann (UCLA)

La nave espacial Dawn se ha puesto en órbita del planeta enano Ceres, a 61.000 kilómetros de su superficie, según ha informado la NASA, recalcando que es la primera vez que una sonda espacial lo logra en un objeto celeste de este tipo. Ceres, con 950 kilómetros de diámetro, parece ser un embrión de planeta, un objeto que, debido a la fuerte influencia gravitatoria de Júpiter, no llegó a ser una Tierra, un Venus o un Marte. Los científicos quieren observarlo durante algo más de un año para intentar descifrar su historia primitiva y su evolución. Ceres está ahora a unos 500 millones de kilómetros de la Tierra.

La Dawn fue capturada gravitacionalmente hoy por Ceres a las 13.39 hora peninsular, pero, al no estar en posición de comunicación directa con la Tierra, los responsables del control de la misión han tenido que esperar para recibir la confirmación de la operación.

“Desde su descubrimiento, en 1801, Ceres se ha considerado, primero planeta, luego asteroide y al final planeta enano. Ahora, tras un viaje de 4.900 millones de kilómetros en siete años y medio, Dawn lo considera su casa”, ha señalado Marc Rayman, ingeniero jefe y director de la misión en el Jet propulsión Laboratory (en California).

Objetivos de la misión

La Dawn, una misión de la NASA desarrollada en el Jet Propulsion Laboratory (California), partió con múltiples objetivos científicos:

  • Investigar la estructura interna, densidad y homogeneidad de dos protoplanetas complementarios: uno húmedo (Vesta) y otro seco (Ceres).
  • Determinar la forma de la superficie y los cráteres de los dos cuerpos celestes, así como la masa, campo gravitatorio, ejes, forma, tamaño y otras características físicas.
  • Investigar la historia térmica y el tamaño de los núcleos de ambos objetos y comprender el papel del agua en su evolución.
  • Comprobar las teorías acerca de la relación de Vesta y Ceres con algunos meteoritos.
  • Determinar la composición y abundancia de minerales en su superficie.

La nave todavía tardará seis semanas en comenzar su misión científica, el tiempo que empleará en colocarse en órbita de trabajo, a unos 13.500 kilómetros de distancia del planeta enano. Pero, a lo largo de la misión, se situará a diferentes alturas, hasta un mínimo de 378 kilómetros, para tomar diferentes datos. Está previsto que la nave siga haciendo observaciones hasta junio de 2016. Después, en una órbita estable, se quedará allí dando vueltas al menos durante 50 años, aplicando la regulación de Protección Planetaria de la NASA que prohibió que la nave impactase, al menos durante los 20 años, para evitar la contaminación del objeto celeste.

“Estamos entusiasmados, tenemos mucho que hacer en el próximo año y medio, pero ahora estamos en posición y con un plan robusto para obtener nuestros objetivos científicos", ha declarado Chris Russell, investigadora principal de la misión, tras la captura orbital de la nave.

Los científicos, además de cumplir el programa de observaciones previsto en la misión con sus cámaras y espectrómetros de a bordo, quieren indagar en la naturaleza de unos extraños puntos brillantes en la superficie de Ceres y buscar indicios de plumas de vapor de agua que vio el telescopio espacial Herschel (de la Agencia Europea del Espacio, ESA) y que pueden ser debidas a alguna forma de vulcanismo o al impacto de algún meteorito que dejaría expuesto hielo del subsuelo, informa Space.com.

Antes de esta última fase de la misión, la sonda, que fue lanzada al espacio el 27 de septiembre de 2007 desde la base espacial de Cabo Cañaveral (Florida, EE. UU.), estuvo en órbita de Vesta, otro protoplaneta, de inferior tamaño, desde julio de 2011 hasta septiembre de 2012, cuando emprendió la segunda etapa del viaje, hasta Ceres.

Fotografía de Ceres tomada por la nave `Dawn´ el pasado 1 de marzo, mientras se aproximaba al planeta enano.
Fotografía de Ceres tomada por la nave `Dawn´ el pasado 1 de marzo, mientras se aproximaba al planeta enano.NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA

La nave mide 1,27 x 1,64 y 1,77 metros, con dos paneles solares que se extienden hasta 19,7 metros. Tenía una masa en el lanzamiento de 1.217 kilos y su mayor peculiaridad técnica es el sistema de propulsión iónica, con tres impulsores que utilizan la electricidad generada por los paneles para acelerar iones de xenón y consumiendo unos 3,25 miligramos de dicho combustible por segundo en máximo empuje. Los problemas sufridos en dos de las cuatro ruedas de reacción de la nave (dispositivos utilizados para mantener su posición) han obligado a los responsables de control a reducir sus maniobras y diseñar trayectorias que permiten optimizar el uso de los instrumentos científicos.

Dawn es una misión de bajo coste de la NASA (unos 400 millones de euros) en comparación otros programas de exploración planetaria, como el robot Curiosity, cuyo presupuesto supera los 2.000 millones de euros.

Ceres, que debe contener aproximadamente el 25% de toda la masa del cinturón de asteroides que está entre las órbitas de Marte y Júpiter, es prácticamente esférico con su diámetro ecuatorial mayor que el polar, como la Tierra. Los científicos estiman que una cuarta parte de su composición es agua, informa la NASA, pero no en estado líquido en su superficie. Fue descubierto, en 1801, por el astrónomo siciliano Giuseppe Piazzi.

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