Los siete rasgos de un 'delgordo'

El idioma está diseñado para diferenciar a las personas naturalmente delgadas –gente que está en su peso, sin excesiva flacidez ni protuberancias– de personas con una tendencia natural al sobrepeso, bien sea porque su complexión es demasiado grande, por su genética, por sus hábitos alimenticios o por una combinación de estos tres factores. Para lo que no está diseñado es para lo algunos médicos llaman gente de complexión delgada con un metabolismo bajo. Es decir, para gente cuyo cuerpo no es especialmente ancho y por tanto no es el que uno asociaría a alguien con sobrepeso, pero que le falta músculo y le sobra grasa. Gente que está delgada y gorda a la vez. En inglés se les llaman skinny fat persons.

A la etiqueta de delgordo se han apuntado obesos que, gracias al ejercicio, tienen un peso razonable; gente sana a la que un atisbo de tripa le ensombrece la cadera; gente que no se cuida pero tampoco engorda...

"Esto se puede dar en gente menuda con bajo metabolismo o gente a la que por cualquier circunstancia le cambia el metabolismo", aduce Giuseppe Russolillo Femenías, presidente de la Fundación Española de Dietistas Nutricionistas. Se les puede reconocer por las concentraciones de grasa, que llaman aún más la atención dado lo delgado del resto del cuerpo. "Es, al fin y al cabo, un aspecto de la obesidad: hay personas que tienden a acumular grasa a nivel abdominal o glúteofemoral", prosigue Russolillo Femenías.

Este tipo de cuerpos se ha convertido en uno de los tipos de conversación favoritos de Internet. La Red es, al fin y al cabo, el sitio al que todo el mundo va para poner en común sus problemas, así que es natural que haya provocado el nacimiento de esta etiqueta. Los delgordos cibernéticos han supeditado a la definición científica descrita arriba y se ha convertido en un meme. Una investigación pormenorizada de todas las descripciones que de ellos se han hecho por Internet revela cuáles son sus característica:

Tanta popularidad ha alejado el concepto de la posibilidad científica de ser alguien menudo con bajo metabolismo y lo ha convertido en un fenómeno más amplio

1. A la etiqueta de delgordo se han apuntado docenas de tipos de personas: obesos que, gracias a copiosas dosis de ejercicio, se encuentran en un peso razonable; gente delgada con papada; gente que está generalmente sana pero a la que un atisbo de tripa le ensombrece la cadera; gente que no se cuida para nada pero solo se adolece de un cierta esponjosidad en las caderas; gente atractiva cuando está vestida que revela que todo era cosa de la ropa; gente eternamente atrapada en una dieta... (Buzzfeed)

2. Tiene una relación-odio con la talla M. Es la que revela más defectos de sus cuerpos cuando están pasando por una fase menos, digamos, atlética, pero la única que no les queda como una sábana cuando se encuentran más en forma. Al tener un cuerpo intermedio, delgado en unas partes y más rellenito en otras, es difícil encontrar otra talla que les uniformice el aspecto igual. (Thought Catalog)

Esto se sustenta sobre la base de que un delgordo es alguien en un peso intermedio que acabará subiendo o bajando tarde o temprano. El doctor Russolillo Femenías se muestra un poco más escéptico de que las fluctuaciones sean algo propio de estas personas. "Faltan estudios que lo demuestren", defiende.

3. Tienden a acumular la grasa en sitios puntuales del cuerpo. A los mencionados tripa y glúteos se le puede sumar la zona bajo la mandíbula, por ejemplo. O a los lados de la cadera. (Buzzfeed) Depende principalmente del sexo del sujeto: "La acumulación de grasa a nivel abdominal es típico de hombres y la gluteofemoral, de mujeres", prosigue el doctor Russolillo Femenías 

4. No por ser personas más o menos delgadas están exentas de los problemas de la gente con sobrepeso (The New York Times). "La abdominal es la forma de depósito de grasa que conlleva más riesgo", sentencia Russolillo Femenías. "Aumenta considerablemente la posibilidad de una enfermedad cardiovascular y otros factores de riesgo asociados, como la diabetes, presión arterial... Y cuando el depósito de grasa abdominal ocurre en mujeres, el riesgo es mucho mayor, porque no es algo propio de su organismo".

5. Tienen una forma relajada de entender una dieta. (TIME) Dicho de otra forma, son de la opinión de Sara Jiménez, licencia de ciencia y tecnología de los alimentos: “Me gusta el mito de que el pan engorda. Como dijo Paracelso, la dosis hace al veneno, así que todo depende de la cantidad de pan que nos metamos entre pecho y espalda. Y con qué lo acompañemos".

6. Son los primeros en clavar la mirada en las zonas de flaqueza al mirarse en una foto pero quejarse de su cuerpo les hace quedar mal. Aunque no sea pequeño y aunque mantenerlo en forma requiera cierto trabajo, al aparentar delgadez que se disimula con ropa, lo único que consiguen es parecer que se quejan por quejarse, por dejar mal a amigos más coruplentos o, peor, para que le digan: "Que no, que estás delgado". (Thought Catalog)

7. Ser delgordo no es una herencia genética, es una situación. Solo hace falta que comer un poco más sano y hacer un poco más de ejercicio para dejar de serlo. (Daily Mail)