Cristina Pedroche y Lara Álvarez, las sucesoras de Sara Carbonero

La televisión es una máquina de crear personajes que van y vienen. Chicos majos y chicas sonrientes, presentadores de sonrisa perenne. Pero la televisión, a veces, da gente que permanece, que causa sorpresa, expectación y mueve a legiones de seguidores. Este fenómeno se apoya ahora además en un potente bastón: Twitter. La inmediatez de la Red y su fluida relación con la pantalla genera amores, odios y trending topics. Estos días, dos mujeres se mueven por ambos sitios como peces en el agua. Tienen experiencia, juventud, belleza. Sus movimientos, su ropa, sus parejas: todo lo cuelgan y todo se convierte en noticia. Generan la expectación que hace poco solo causaba Sara Carbonero. Porque aunque Cristina Pedroche y Lara Álvarez llevan años siendo caras conocidas, estas últimas semanas están en racha. Y lo que les queda.

Pedroche, madrileña (vallecana, para más señas) de 26 años, lleva tres semanas imparable. Las campanadas supusieron para ella un cambio de año y de estatus: de la presentadora guapa, conocida, divertida, pasó a ser La Chica Del Vestido. En mayúsculas. Presentando las campanadas con Frank Blanco en LaSexta, decidió mostrar al millón largo de seguidores que la veían que no llevaba nada de ropa interior roja, la que la tradición manda en esta fecha, bajo su vestido negro y transparente. Se lo enseñó también al mundo entero. Último trending topic de 2014, primero de 2015.

“Yo sabía que se iba a montar y que la gente iba a decir cosas del vestido de Nochevieja, pero no sabía que iba a ser tanto, que hoy seguiríamos hablando del vestido”, relata por teléfono sorprendida y sincera. El famoso vestido, llamado Medusa (que, curiosamente, había llevado la modelo Malena Costa a unos premios pocas semanas atrás sin tanta jarana), pertenece a la colección hecha a medida de la firma Charo Ruiz Ibiza. Ellos también se han visto desbordados: “La repercusión ha sido masiva, nunca había sentido tan cerca el poder de la televisión y la inmediatez de la respuesta en la redes sociales. Lo valoro como algo muy positivo”, explica la diseñadora Charo Ruiz por correo electrónico desde su taller de Ibiza, no sin cierto asombro. “Pero lo que más me ha sorprendido es que unas transparencias sean tan controvertidas hoy en día, y las críticas tan injustas que ha recibido una chica de 26 años profesional, guapa y sana como es Cristina; eso es lo más negativo de todo esto”.

Porque Pedroche no salió indemne. Dejó muchas bocas abiertas que no se cerraron para lanzar críticas y comentarios hirientes y machistas. Ella se sacudió el polvo y siguió para delante: “Habrá gente a la que yo le guste más y a la que le guste menos, a la que le parezca guapa y a la que le parezca fea, a la que le parezca que estoy gorda y a la que le parezca que estoy delgada… La belleza es algo muy subjetivo”. Y es que tras las críticas por el vestido llegaron otras, por su peso. Resulta que estaba gorda. O eso dijo Twitter y su insultante etiqueta #ballenadevallecas. Ella pasa, sonríe, contesta en su blog y sigue colgando fotos para sus casi 1,8 millones de seguidores. “Lo único que me preocupa es que haya niñas que se vean reflejadas en mi y que digan: ‘Joder, si la Pedroche está gorda yo tengo que estar más delgada’. Yo soy fuerte de mente, soy muy feliz con mi cuerpo y estoy muy orgullosa de él”.

Ella sabe jugar con las redes, que la convierten en tendencia a ella y a sus dos programas, Anda ya y Yu en Los 40 Principales y Zapeando, en La Sexta. Casi cada paso que da es noticia. Y la última parece que ha sido La Noticia: el martes colgó una foto en Twitter junto al cocinero con tres estrellas Michelin David Muñoz: “Pues sí”, rezaba el pie de foto. Así confirmaba su relación, con su naturalidad habitual. “Publico lo que me apetece. Me preguntan por mi vida privada y ¿me pongo en plan serio? ‘No, yo de mi vida privada no hablo’ ¡Pero si soy la primera que estoy abriéndolo y se lo estoy contando a la gente! Me parece absurdo. No pasa nada”, relata.

La naturalidad también se impone para Lara Álvarez, aunque quizá con más discreción. Aún así, sus 58.000 seguidores en Twitter (y los 39.600 de Instagram) la alzaron como tema más comentado el lunes, día de su estreno en Todo va bien, el programa de Cuatro que presenta en sustitución de la próxima representante española en Eurovisión, la cantante Edurne.

“Agradecí mucho el apoyo de la gente. Es maravilloso que nos podamos comunicar con quien ve nuestro trabajo, y leer directamente lo que opinan. Me gustan las redes sociales, pero es cierto que no estoy todo el día pendiente. Me parece una buena manera de compartir cosas curiosas, fotos o situaciones, pero no lo veo como una obligación”, relata la presentadora por email.

Álvarez es una cara conocida para espectadores de Telemadrid, Antena 3, La Sexta o Cuatro, donde ha tocado muchos palos durante 10 años, especialmente centrada en los deportes. De ahí su especial comparación con Carbonero. Quizá el símil también venga por su relación, muy reciente, con un deportista: Fernando Alonso. “La verdad que no soy muy amiga de contar nada de mi vida personal... pero ante ciertas evidencias, intento tratarlo con la mayor naturalidad posible. Entiendo que pueda despertar curiosidad y lo respeto... pero no deja de ser mi vida y ese rinconcito de privacidad, para mí, es sagrado”. Natural, como Pedroche. Como la vida misma.