Literatura africana para público español
Hay mujeres que son capaces de dejarlo todo para conseguir un sueño. Este parece ser el caso de Yolanda López Ferreiro, la persona que está detrás de Assata Ediciones, una pequeña editorial que quiere dar a conocer autores africanos en España.
Cuenta Yolanda que a ella siempre le ha gustado leer, sobre todo literatura africana, pero que fuera de los grandes nombres es muy difícil encontrarla en España. Es cierto que existen algunas editoriales y algún que otro proyecto que publican obras de autores africanos, pero, dice la editora, se centran en los grandes escritores ya consagrados, los cuales tienen muchos más recursos y oportunidades que los que viven en África. De ahí surgió la idea de acercar estos otros autores al público español.
La conversación con Yolanda tiene lugar en un bar del barrio madrileño de Lavapiés, donde hemos quedado tras conocernos en la presentación del último libro de la editorial, El metro, de Donato Ndongo, reciente ganador del Primer Premio de Literatura Africana en español, Amadou Ndoye. Yolanda es diseñadora gráfica y maquetista freelance. Llega acompañada de Carmina de la Asunción, periodista, que ayuda en el proyecto encargándose de la prensa y la comunicación.
Cuando le pregunto por los inicios de la editorial, que se creó en 2010, me contesta que empezó contactando con asociaciones de gente africana que le pudieran facilitar autores, preguntándoles si conocían a alguien que quisiera editar un libro. Estuvo también en algún congreso de literatura ecuatoguineana donde conoció a algunos escritores, entre ellos a Donato Ndongo. También visitó otras asociaciones que le decían que iban más por la música, por la ropa, por la artesanía… Por eso el comienzo fue muy complicado hasta dar con gente que escribiera con un mínimo de calidad.
En 2011, Yolanda tuvo la oportunidad de viajar a Costa de Marfil y entrar en contacto con Isaïe Biton Koulibaly que fue quien le abrió las puertas para empezar a dar forma a su sueño. Koulibaly es un escritor muy prolífero de Costa de Marfil, aunque muy poco conocido fuera de su país. Allí le lee mucha gente, me informa Yolanda que, a continuación, añade que quizás no sea un literato de un alto valor estilístico pero sí muy leído, más por mujeres que por hombres. Ella cree que se trata de una literatura muy asequible porque Koulibaly escribe sobre las costumbres de Costa de Marfil, las relaciones entre hombres y mujeres... Todo ello con un lenguaje muy directo, muy fácil, que es por lo que la editora cree que sus obras tienen tan buena acogida entre sus conciudadanos.
Tras las negociaciones y la firma del contrato con Koulibaly, empezó la traducción del manuscrito. Ahí es donde entró en juego Carmina porque era necesario adaptar la traducción, sin traicionar al autor, para hacerla más compresible al público español. Las dos mujeres se conocen desde que hace años coincidieron en la misma revista, así que la colaboración fue fácil. Como ninguna de las dos puede dedicarse a tiempo completo a este trabajo, tardaron casi un año en poder sacar el primer libro de la editorial, en febrero de 2013: Y sin embargo, ella lloraba, de Koulibaly. Sobre él escribió Ángeles Jurado en este mismo blog.
Editar un libro no es fácil, Yolanda tuvo que capitalizar su paro y tirar de amigos para poder ver esta primera obra. Más tarde vendría Clara al atardecer, la última novela del periodista y escritor de viajes Jos Martin, a la que seguiría El metro, de Donato Ndongo. En diciembre verá la luz un libro de poesías, en castellano, francés y lobi, del autor burkinabé Philippe Roland Sib Sansan, que además será ilustrado.
Comenta Carmina que llegar hasta aquí, a punto de publicar un cuarto libro, ha sido una labor ardua porque la editorial va funcionando a medida que se venden libros y ellas van teniendo dinero para lanzarse a por el siguiente. A veces, incluso, tienen que aportar de sus propios sueldos para conseguir su objetivo, privándose de caprichos y otras cosas. También cuentan con un grupo de amigos que colabora con ellas y eso hace que se abaraten los costes, como también lo facilita el que ellas dos hagan la mayoría de los trabajos que lleva la composición y edición de una obra.
Otra peculiaridad es que tampoco tienen distribuidora, por eso no llegan a muchos sitios. Pero es una opción que han elegido ya que, comentan las dos, esas empresas se quedan con gran parte de los beneficios de los libros en detrimento del autor y otras personas que hayan trabajado en él. Han optado por otros medios de distribución: como que la gente pida directamente los libros a través de Internet y ellas los envíen por correo, el portal Amazon o el llevarlos directamente a las librerías que puedan estar interesadas en temas africanos.
Yolanda y Carmina están contentas porque también el boca a boca funciona y cada día tienen más pedidos.
Comenta Carmina que el proyecto va abriéndose su propio camino y es él mismo el que les guía. Quieren seguir así, poco a poco, dependiendo de la capacidad económica que tengan en cada momento. Yolanda añade que no tienen prisa, que no necesitan triunfar inmediatamente. Las dos tienen algo muy claro, que quieren mantener la independencia a toda costa.
Una labor que parece dura y difícil pero que, según confiesan ambas, a ellas les vale la pena, les gusta y hasta se lo pasan bien con ella.
Assata Ediciones no deja de ser un ejemplo más de que cada día África, despojada de tópicos y manipulaciones, interesa más al público en general.
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