Horarios racionales para la televisión
Horarios racionales para la televisión
En España los telediarios comienzan a las nueve de la noche; y los programas de máxima audiencia —el llamado prime time— lo hacen a las diez y más tarde, es decir, cuando en otros países europeos están terminando. Estos horarios tan anómalos crean problemas a muchas personas, ya que, al reducir las horas de sueño, aumentan el cansancio y el estrés, propician una mayor siniestralidad laboral y de tráfico, así como el absentismo, y afectan a la productividad y al rendimiento escolar. Naturalmente, somos libres de apagar el televisor, pero no todos contamos con suficiente fuerza de voluntad para hacerlo, sobre todo si se emiten programas de interés. Los datos de audiencia reflejan que muchas personas permanecen sentadas frente al televisor a horas tardías. Así no hay quién pueda rendir en condiciones.
La comisión que presido lleva años reclamando a los responsables de las cadenas de televisión que alcancen un acuerdo para el adelanto conjunto de sus emisiones. Ahora la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha apoyado nuestras propuestas y, recientemente, en una reunión con directivos de UTECA, que agrupa a los operadores privados de cobertura nacional, les pidió el adelanto de los telediarios de sobremesa y noche entre 30 y 60 minutos y la finalización del prime time, como máximo, a las once de la noche. UTECA ha respondido que comparte la preocupación por mejorar la conciliación de la vida personal y laboral, pero que “son los ciudadanos quienes marcan las pautas y tendencias en los horarios de emisión, no al contrario”. En nuestra comisión somos conscientes y hace muchos años que lo reiteramos, de que, en efecto, no es suficiente con adelantar la programación televisiva, pero creemos que esta medida sí sería lo suficientemente importante, pues tendría gran repercusión en los usos y costumbres de la población.— Ignacio Buqueras y Bach. Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y de ARHOE.
