Tom Cruise sale de su escondite

Tras varios meses alejado de los focos, la estrella de estrellas, Tom Cruise, ha reaparecido con fuerza en el radar mediático. Y lo ha hecho en medio de informaciones que apuntan a que tiene un nuevo amor. Se trata de la actriz Laura Prepon, que saltó a la fama por su trabajo como Donna en la serie Aquellos maravillosos 70 y que en la actualidad forma parte de la serie Orange is the New Black. La intérprete de 34 años coincide en su credo con Cruise, de 51: ambos son miembros de la iglesia de la Cienciología. Pero ahí parece que se quedan las similitudes con sus anteriores parejas porque, a diferencia de la mayoría de los romances del actor, que son inmediatamente publicitados, en esta ocasión, los interesados desmienten incluso que se conozcan.

La actitud cuadra con esta nueva fase de Tom Cruise, mucho más privada. El exmarido de Katie Holmes se ha convertido en los últimos meses por propia voluntad en una especie de recluso, evitando al máximo su presencia en público y alejándose lo más posible de la prensa. Su próximo estreno, un nuevo título de acción y ciencia ficción titulado Edge of Tomorrow, que protagoniza junto a Emily Blunt, contará con numerosas premieres en diferentes puntos del globo: Londres, París, Nueva York... lugares donde su protagonista piensa aparecer personalmente en sobre la alfombra roja para saludar cara a cara a sus seguidores y posar en sus consabidos selfies. Sin embargo, ya se sabe que evitará a la prensa y que no piensa dar entrevistas para no verse obligado a enfrentarse a preguntas incómodas, como las que seguro habrá sobre su presunta nueva relación.

La revista británica Grazia fue la primera en informar del supuesto romance. Según los datos de la publicación, ambos se conocieron en el Hotel Manor de Los Ángeles, durante una velada llena de bromas y risas que pudo ser el principio del fin de los dos años de soltería que lleva el actor. Ambos quedaron de nuevo días más tarde para desayunar en un restaurante y, posteriormente, a cenar en casa de John Travolta, otro correligionario del credo que profesa la pareja.

Laura Prepon no se cansa de decir que “de eso, nada”, tal y como aseguró en una entrevista al portal femenino SheKnows. Y por parte de los cercanos a Cruise, la negativa es tan categórica que llegan a afirmar que ambos ni siquiera se conocen. Una gran diferencia con los saltos de amor que Cruise dio años atrás en el programa de Oprah Winfrey cuando confesó su amor por su última esposa, Kate Holmes. A ello siguieron siete años de matrimonio, aunque no era el primero para el actor, que anteriormente estuvo casado con Mimi Rogers y Nicole Kidman y que cuenta a Penélope Cruz entre sus grandes amores del pasado. Pero la relación entre Holmes y Cruise concluyó en 2012 y, durante esos años, la estrella recibió más críticas que nunca en su carrera. Muchos culparon su exceso a la hora de exponerse ante el público, especialmente por parte de alguien tan acostumbrado a controlar su imagen.

De ahí que ahora haya optado por la vía de la discreción, quizá llevada demasiado lejos. Porque tras cuatro meses sin ser visto en público, su primera comparecencia con motivo de una entrega de premios en Londres vino seguida de comentarios sobre su físico. Descrito en la prensa del corazón como “una almohada hinchada”, sus amplias mejillas y su pelo desmelenado dieron razones para hablar de una posible cirugía estética en el rostro de este actor, que el próximo 3 de julio cumplirá los 52 agarrándose a ese eterno aspecto de juventud que conserva. La revista Star incluso mencionó que podría encontrarse bajo los efectos de unas inyecciones de Sculptra, utilizadas para dar un aspecto de salud a un rostro demasiado enjuto.

Cruise ni tan siquiera estuvo presente en el cumpleaños de Suri, su única hija biológica, nacida de su matrimonio con Holmes. Madre e hija celebraron en Nueva York su octavo aniversario con magdalenas, globos y una enorme casa de muñecas en lo que la actriz describió en Twitter como “el mejor día del mundo”, añadiendo una foto de los pequeños pastelitos de cumpleaños en los que transformó cada cupcake en honor a su hija.