¿Quién es el culpable?
iempre que alguien dentro de las dos primeras frases de un artículo me dice que estoy equivocado, pienso que su autor debe tener algún problema.
Al profesor Benito Arruñada tuve ocasión de oírlo en una conferencia no hace mucho. En su reciente artículo (La culpa es nuestra, EL PAÍS, 13 de abril) persiste en las mismas ideas, cuidando un poco más su lenguaje (ya no compara a Rodríguez Zapatero con Franco, ni sugiere que las balanzas fiscales no sirven para nada), mantiene que los que realmente somos culpables de la crisis somos los ciudadanos. Nos imputa un absoluto desinterés por la información. Basándose en una encuesta del BBVA (científica por supuesto) afirma que los ciudadanos de base coincidimos con las decisiones de nuestros gobernantes.
La corrupción la centra en “factura con o sin IVA”, mientras que la asociación de inspectores de Hacienda atribuye un 80% a las empresas del Ibex.
Parece ser que el hecho de que la desigualdad entre los ciudadanos se incremente día a día y que la pobreza se extienda como un fenómeno irrefrenable, no tiene ninguna relación con el enriquecimiento de las clases superiores.— Gerard Palacín Artiga.
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