Confesiones de un exchico Disney
El mediano de los Jonas Brothers se sincera y revela todos los detalles de ser una estrella en la casa de Mickey Mouse
Cuando el mediano de los Jonas Brothers quiera firmar, en el invierno de su vida, una biografía, será demasiado tarde. En un rapto de sinceridad (o de necesidad de volver a llamar la atención cuanto antes), ya se ha marcado una autobiografía exprés y condensada en la extensa entrevista que publicaba esta semana Vulture.
La primera vez que fumé hierba estaba con Demi [Lovato] y Miley [Cyrus]. No paraban de decirme '¡Pruébalo!, ¡Pruébalo!, ¡Pruébalo!'.
Allí, en un texto que quiere ser confesional pero que acaba siendo un tanto acusica, explica la historia oculta de una de las bandas modélicas del paradigma Disney: Jonas Brothers. El grupo formado por estos tres hermanos de Nueva Jersey se adueñó de la escena musical adolescente en el mundo a.d.B. (antes de Bieber), cuando esa franja demográfica todavía la dominaba la Casa del Ratón. La marca se hizo rentablemente multidisciplinar con películas para televisión (Camp Rock y secuela), un reality (Jonas Brothers: Living the dream) y una serie (Jonas L.A.) que los convirtió en un fenómeno mundial y en tres tipos terriblemente correctos. De hecho, si aún se les conoce por algo es por esse anillo de castidad (o de pureza, o de promesa, o de recato o de pudibundez o de abstinencia) que lo debía mantener entero y soltero hasta el altar. La cosa se fue desinflando y, a partir de 2012, el grupo se ha desligado de Disney, separado, ha vuelto, ha cancelado su vuelta y ha anunciado su separación.
Pero lo que permanece es su hueco en la mitologia pop. Los chicos buenos; tan buenos en sus vidas personales como las públicas que controlaba Disney. Los que creían en Dios, se casaban antes de tener relaciones sexuales y nunca se metian en líos de drogas. Eran, en definitiva, chicos Disney perfecto. Y, ahora que Joe intenta distanciarse algo de esa imagen (de forma más prudente que Miley Cyrus, al menos), estas diez confesiones del profeta Jonás, conforman toda una biografía de un exchico Disney.
1. Quería escuchar punk-rock; no ir a misa. “Mi padre es pastor, así que aún entonces la gente se fijaba en mí. Debía llevar traje cada domingo, porque mis padres querían que fuera ese niño modelo que yo no siempre quería ser. A mí lo que me gustaba de verdad era ir a conciertos de punk rock en pequeñas salas de Nueva Jersey, donde crecí, vistiendo mi chupa tejana y todas mis chapas de grupos”.
2. A veces nos insultaban y nos tiraban botellas de agua. “Durante años viajé con una furgoneta de ciudad en ciudad y tocábamos en cualquier sala que nos quisiera: escuelas, iglesias, bar mitzvahs… A veces nos insultaban y nos hacían la peineta, y nos arrojaban botellas de agua.”
4. Hacerse el tonto tiene sus ventajas. “Me entrenaron para los medios, algo que odiaba. Te enseñaban cómo cambiar de tema: cada vez que te preguntaran algo incómodo, tenías que decir cosas como: 'Oh, ¡eso me recuerda a mi perro! ¡Tengo una gran historia sobre mi perro!'. Hacerse el tonto era la mejor forma de salir de cualquier compromiso”.
5. Las fans eran un problema. “Hicimos un encuentro en España, y había como 100.000 personas. Nos persiguieron por un centro comercial. Me sentí como en un Apocalipsi Zombie. Esto no era 1986 y yo no era un melenas estrella de heavy metal. Era un problema que debíamos resolver sin meternos en otro. Recuerdo una vez en América del Sur donde un cargo de un hotel metió a su propia hija en mi habitación”.
6. Perdí la virginidad a los 20. “Por nuestra edad, por Disney, por nuestros anillos, había un montón de cosas de nuestra carrera que debían ser edulcoradas. Decidimos sacarnos los anillos unos años más tarde. Perdí mi virginidad cuando tenía 20. Hice otras cosas antes, pero fui sexualmente activo a los 20. Estoy contento de haber esperado por la persona correcta”.
7. La droga es muy mala para el amor. “Una relación que significó un montón para los fans fue la mía con Demi Lovato (…). La conocí muy bien y tuve que ver sus idas y venidas con lo que luchaba, como el abuso con las drogas. Sentía que necesitaba cuidar de ella, pero al mismo tiempo, estaba viviendo una mentira porque no estaba contento, porque ella necesitaba ayuda. Y no podía expresar nada de eso, claro, porque tenía una marca que proteger”.
8. Miley Cyrus me hizo fumar marihuana. “La primera vez que fumé hierba estaba con Demi [Lovato] y Miley [Cyrus]. Yo debía tener unos 17 o 18 años. Ellas me empujaron, no paraban de decirme '¡Pruébalo!, ¡Pruébalo!, ¡Pruébalo!'. Así que le di un tiro, y estuvo bien. Ya no fumo marihuana. Me pillaron bebiendo cuando tenía 16 o 17 y pensé que el mundo iba a explotar (…) Ahora aprecio el vino o un vodka-soda por al noche y sólo de vez en cuando”.
9. Soy un artista muy oscuro (pero nadie lo entiende). “[Mi pirmer disco en solitario que no salió] tenía unas vibraciones muy Freddie Mercury (él es una de mis mayores influencias). Entregué las canciones y Hollywood Records me dijo: ‘Esto no funciona’. Me dijeron que las canciones eran demasiado raras y que sonaban como maquetas (…) Llamé a mi manager y le dije: ‘Tengo ganas de matarme a cabezazos contra la pared’.
10. Rompí con mis hermanos porque quería ser más sexy. “Yo quería ponernos más sexy con un vídeo, por ejemplo, y Kevin no estaba cómodo con eso. Quiero decir, está casado, lo entiendo. La voz de Nick se escuchaba más y cuando Kevin y yo queríamos decidir, asumió papel de líder en la banda…”.
Y una conclusión madura: Lo raro funciona. "Ahora tengo 24 y el control de mi vida (…) No tengo que confiar en las opiniones de otros. Cuando me dicen: ‘No, no, no puedes escribir con ellos. Es demasiado raro para mí'. Porque lo raro funciona. Mira a Lorde”.
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