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Un vestuario con historia La familia Cornejo confecciona ropa para teatro, cine y televisión desde 1920. Su vestuario se ha usado en filmes como Doctor Zhivago , Shakespeare in love o Gladiator . Visitamos una empresa que cede 400 prendas a la serie Juego de tronos cada temporada Las prendas se confeccionan de forma artesanal, lo que crea un vínculo de cariño con ellas. Algunas de sus joyas las han portado actores tan legendarios como Charlton Heston o Ava Gardner. Para buscar estas y otras piezas, los empleados, sin embargo, hacen uso de una fascinante memoria, ya que no existe un inventario informatizado. En la imagen, dos de los vestidos que Jane Asher y Leonor Watling lucieron en 'Tirante el Blanco' (2006). Los almacenes de la sastrería acumulan vestuario desde las primeras civilizaciones hasta las últimas décadas del siglo XX. Sin embargo, su política es no rechazar ningún encargo. "De repente una pareja de novios se quiere casar y decide que su boda sea medieval y que todos los invitados se vistan así", recuerda con normalidad, "también hay unos rusos que organizan fiestas de fin de año en un palacio de París y piden 300 trajes del siglo XVIII. Es puntual, pero este tipo de encargos se dan", informa María Ortega Cornejo, bisnieta del fundador y gerente de proyectos. Los talleres de confección se asientan en habitaciones espaciosas con una iluminación generosa. Aquí trabajadores de entre 20 y 65 años cortan, cosen, pintan y elaboran prendas, aunque algunas son compradas a otros proveedores. En la imagen, una muestra de telas guía tanto a los figurinistas como a los empleados que fabrican las piezas. Cornejo ha elaborado vestuario para numerosas películas nominadas y ganadores de Óscar, Goya, Bafta y César. Algunos de estos títulos son: 'El Cid' (1961), 'Doctor Zhivago' (1965), 'El perro del hortelano' (1996), 'Shakespeare in love' (1998), 'Gladiator' (2000), 'Alatriste (2006), 'Agora' (2009), 'Los miserables' (2012, donde trabajaron con Paco Delgado) y Anna Karenina (2012). Arriba, los vestidos de Julia Ormond (izquierda) y Enma Cohen en 'El rey pasmado' y 'La conjura de El Escorial'. La década de los sesenta supuso un impulso importante para la sastrería madrileña con el aterrizaje de Hollywood en España. Varios trabajos, comenta María, se centran a veces en una misma temática según las tendencias del momento. "Es muy habitual que cuando se rueda una película de repente todas las productoras mueven cuatro peliculas de la misma época. Acabamos de rodar dos Hércules y dos Dráculas. No sé por qué, es algo cíclico o una moda". En la fotografía, los trajes de 'La caida del Imperio romano' (1964). La colección privada de Cornejo amontona lo que para ellos se han convertido en trofeos. “Tenemos material de películas que consideramos un poco de culto o actores importantes. Los trajes antiguos son originales y auténticos pero no están al alcance de nadie porque se deterioran mucho, ya que están muy usados. Solo las utilizamos para reproducir patrones”. Entre las prendas más antiguas destacan un vestido de 1820, un chaleco de 1807 y chaquetas de finales del siglo XVIII. En la imagen, vestidos de 'Toulouse-Lautrec' (1998). El 70% del negocio de la sastrería proviene de películas y series internacionales. La producción española se encuentra estancada, explican desde Cornejo. “Tenemos suerte, entre comillas, porque lo internacional, que es donde nos volcamos, sigue funcionando. Está fatal que lo diga pero si tuviéramos que vivir solo del mercado nacional, no podríamos”. En la instantánea, varias piezas de 'El perro del hortelano', entre las que figura la que vistió Emma Suárez (derecha). El modelo de negocio de los Cornejo se basa en la confección para alquiler o la renta de las prendas ya existentes. Para 'Los miserables' se alquilaron un total de 1.200 piezas, mientras que para la popular 'Juego de tronos' la cifra ronda los 400 por temporada. "Los tersatros nacionales, la zarzuela, El Palau de las artes, las quieren comprar siempre y moverlas en distintos festivales. Lo que más funciona es el aqluiler, vender nos gusta menos porque supone disminuir nuestro 'stock' y lo hacemos en muy contadas ocasiones". El alquiler del vestuario oscila en función de la cantidad de piezas y el tiempo necesarios. En algunas ocasiones, la vestimenta se reutiliza como la prenda que Alfie Allen, Theon Greyjoy en 'Juego de tronos', luce aquí y que Viggo Mortensen lleva en la imagen anterior. “El precio varía según la cantidad y calidad, si son de pueblo, clase media o elegantes. Si piden una cota de malla para un soldado durante varios meses, se hace un pack con el traje, casco, espinilleras, etc., y cuesta entre 300 y 350 euros”, precisa María.