Por Sandra Lartategui, directora técnica de Organización y Sostenibilidad de Slow Fashion Spain
Estaba
esta tarde paseando con una amiga por el centro de Madrid, cuando después de haber sido bombardeadas visualmente
por los incontables letreros que anuncian descuentos en todos los comercios, decidimos entrar en unos conocidos grandes
almacenes y cotillear qué se cocía en sus famosas rebajas. ¿Qué encontramos?
En primer lugar me he dado cuenta de por qué hacía tanto tiempo que no
frecuentaba estas tiendas. En los
percheros no cabía una percha más y en las estanterías, montañas de prendas
apiladas, por no hablar de los cubos de “ofertas especiales” donde ropa
arrugada, zapatos o bolsos se depositan a granel y el cliente tiene que
remover todo el cajón para encontrar una talla o la pareja del zapato que le ha
gustado.
¿Qué
hay de malo en que haya tanta ropa? Vamos
a poner el ejemplo de una camiseta de algodón del color más trendy de la temporada y que podríamos
haber comprado en esta gran superficie que estos días está de rebajas. Como
cuenta Annie Leonard en su libro “La historia de las cosas”,
el precio al que podemos adquirir
una camiseta de algodón no refleja para
nada el verdadero valor de esta mercancía. Para fabricar nuestra camiseta,
en algún lugar del mundo se ha cultivado la materia prima, el algodón, una planta que consume mucha agua
y utiliza el 10% de los fertilizantes y el 25% de los pesticidas que se aplican
a nivel mundial ocupando sólo el 2,5% de la tierra cultivada.
Posteriormente
el algodón crudo de nuestra camiseta ha de ser convertido en tela, para lo que
se utilizan máquinas que consumen gran
cantidad de energía. Una vez hecho tejido, la tela es blanqueada y teñida
utilizándose habitualmente para ello benceno,
metales pesados y formaldehído entre otras sustancias químicas que el
tejido no retiene totalmente, por lo que un tercio se vierte a las aguas y termina llegando de una manera indirecta a las
personas. La tela ya teñida es cortada y cosida para dar forma a la camiseta,
probablemente en una fábrica de China o Bangladesh donde por desgracia estamos
viendo las consecuencias sociales de la producción en masa. Por último se generan
gran cantidad de gases de efecto invernadero durante el transporte hasta
nuestras tiendas.
Si multiplicamos todos estos impactos por la cantidad de
prendas que se apilan en las estanterías de las tiendas podemos imaginarnos la
agresión que se ejerce sobre el planeta simplemente para que podamos “ir a la
moda” y de acuerdo con las tendencias cada temporada.
Como son muchas las personas concienciadas con esto y
cada vez hay más datos sobre los impactos, actualmente
hay alternativas, fibras textiles
más sostenibles como el algodón orgánico, el lino y el cáñamo. Estas dos
últimas tienen un crecimiento más rápido y las tres necesitan menos
fitosanitarios que el algodón convencional. Si después de su cultivo se realiza
una extracción de la fibra sin químicos tóxicos y se respetan los derechos
laborales de los agricultores y de los trabajadores de las fases posteriores,
estas fibras pueden ser una buena alternativa al algodón convencional.
Por último, para ponernos un poco más fácil elegir ropa
bonita y sostenible ya hay tiendas en
España que se preocupan de seleccionar cuidadosamente las prendas que ofrecen
al público, podéis encontrar este tipo de ropa en Madrid: Maison Raasta, Sevilla: Verde Moscú, Barcelona: Humus y GreenLifeStyle y el corner en Gijón de Wabi
Sabi.
Ilustración
de apertura: Ana Lage
Comentarios
Yo reconozco que soy adicta a las rebajas, me encanta comprar ropa y especialmente bikinis: http://xurl.es/h2jx8
Muchas gracias por difundir las alternativas ecológicas a la ropa convencional. También tenemos que tener en cuenta que los químicos utilizados se mantienen en el tejido y pueden llegar a provocar alergias, asma... Sobretodo en los niños que son los que tienen la piel más delicada. Si queréis encontrar alternativas para ropa de niños nos podéis visitar en Biobuu.com, gracias!
totalmente de acuerdo, las camisetas que nos compramos cuestan más de los 20 euros que pagamos por ellas...El problema es que las alternativas son muy caras para el bolsillo medio. Puedo vivir todo el inviertno con dos jerseis de quita y pon, ahorrando así en impactos medio ambentales negativos, estoy dispuesta a pagar 50 euros por una camiseta de algodón, cáñamo o lino si me aseguran que su producción no daña el medio ambiente, pero no me puedo permitir pagar 165 euros por un jersey finito con el que pasar el invierno, 85 por una bufanda, 200 por un vestido...
Con el caso Bárcenas queda dilapidado el prestigio que aún le quedaban a las dos legislaturas de Aznar... Entra en Vergüenza de País: http://yestheycan.blogspot.com
Y aún hay mas: el daño de traerlas desde la conchinchina o el sueldo miserable de quien te la vende.
No soy precisamente una adicta a las rebajas, de hecho "la moda" en sí me la trae bastante al pairo y mientras la prenda que lleve me dure, no suelo sustituirla por otra, no compro por capricho, sino por necesidad. Para lograr esto procuro cuidar mi ropa lo mejor posible, agua fría siempre en la lavadora y si tengo tiempo (o la prenda lo requiere) a frotar un poco con los puños. Tengo prendas de hace más de diez años que están perfectamente y las sigo utilizando. También tengo la suerte de no haber variado demasiado de talla. Con esto quiero decir que una actitud hacia el consumo de ropa más responsable también es necesaria. Tampoco es cuestión de seguir mi ejemplo (como he dicho las tendencias me resbalan y cada persona es un mundo) pero sí no dejarse arrastrar por la compra compulsiva y valorar las necesidades reales de cada uno. Estoy de acuerdo hasta cierto punto con este artículo, pero como consumidora, no me puedo permitir pagar según qué precios. 108 euros para mí de golpe en un vestido es un desembolso fuerte, aunque luego lo vaya a "amortizar" durante bastante tiempo (eso espero, la calidad de las prendas no es toda igual), y luego está el tema de que no siempre se encuentra una prenda al gusto de cada uno (soy rarita), así que lo que yo hago es comprar yo misma el tejido e ir a una modista a que me corte y cosa la prenda que tengo en mente. Y no sale más caro que en una tienda, os lo aseguro, aunque eso depende de la calidad de los tejidos y lo que la modista cobre por hora. El último vestido que me hicieron así (este invierno pasado), me costó EN TOTAL 80 euros, y encima A MI GUSTO.
Una alternativa, que probablemente debido a la situación que vivimos en nuestro país y que en otros países europeos es muy popular es el intercambio de prendas entre amigos o en mercadillos . Seguro que todos guardamos prendas sin usar en el fondo del armario, bien porque nos costaron caras y estan en buen estado o porque hemos cambiado de talla y seguro que entre nuestros amigos o conocidos encontraríamos a alguien que podría aprovecharla. Lo mismo podemos hacer co n la ropa de nuestros hijos. Últimamente mantengo entretenida a mi madre reformando los vestidos que se le han quedado pequeños a mi hija y convirtiéndolos en faldas . Me gusta entrenar ropa:, claro, y ponerle ropa nueva a mis hijos pero la ropa usada es la más sostenible, sobre todo para el bolsillo.
muy buena informacion , sobre tu experiencia pero particularmente yo no creo en las rebajas para mi solo es una ilusion optica
A mi me encantan las rebajas... y gracias a dios me lo puedo permitir pero cada vez se pasan mas con ropa de otras temporadas y al precio que estan
No puedo gastarme tanto dinero en ropa por ser ecologica... o bajan de precio o me conformare con lo que hay en tienda por 2 o 3 euros
Me encantan las rebajas... siempre tenemos que comprar lo mas economico.. y mas cuando apenas tenemos para comer.
Odio las rebajas... es puro consumismo lo que mucha gente hace... tiene ropa sin estrenar y aun asi siguen comprando. Yo visto ecologico.
En la tienda http://www.milmodelitos.com/ se puede comprar y vender ropa de segunda mano.Haces un favor al Medio Ambiente y un favor a tu bolsillo.Puedes ganar dinero vendiendo la ropa usada que tienes como nueva en el armario.Puedes ahorrar dinero comprando ropa de marca de segunda mano en perfecto estado con descuentos del 90%.Ven a Mil Modelitos y gana dinero con tu ropa usada.
Desgraciadamente el consumismo y el capitalismo por ende se ha visto reflejado en nuestros atuendos.Creo que es mejor comprar poco y de calidad (aunque un poco más caro) que mucho que se rompe a los 3 meses.El problema creo que está en que la gente por lo general quiere tirar de armario, y esto es difícil de cambiar.Para eso está la industria de la moda, para decirnos lo que se lleva y lo que no. Si vas hecho un piltrafa o un señor.Creo que el verdadero valor de las personas no está en la ropa sino en la percha, por tanto si eres una persona con buena autoestima la ropa que lleves dará igual, y la industria juega con eso, te hacen creer que llevando una ropa de tal color o con un tal corte tu autoestima aumentará.Lo de las mujeres e mucho peor, zapatos de tacón, bolsos incómodos hasta más no poder, vestidos con agujeros en sitios insospechados, sujetadores de relleno, bragas con encajes que son irritantes para la piel, y todo para qué?Para venderte al mejor postor superficial.
A mi lo que me gusta son los mercadillos de intercambio, las tiendas, gratis, de los CSO, los intercambios de ropa con los amigos...Odio las tiendas de ropa, no las soporto, en especial la música y el olor. Odio ir de compras, cuando voy, es porque no me queda otra, e intento ir a las de barrio, que tienen otra cosica.
Para no arruinarte comprando ropa, la solución mas inteligente es ir a tiendas de ropa d segunda mano como http://milmodelitos.es/
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