9 fotosEl último disparo en EuropaViajamos a Bielorrusia, el único país europeo que aplica la pena capital. Los presos son ejecutados de un tiro en la cabeza. Les avisan con dos minutos de antelación. Las autoridades no devuelven el cadáver a sus familias.Álvaro Corcuera 27 may 2013 - 02:42CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDima Konovalov, de pie dentro de la celda, y Vladislav Kovalev, sentado tras los barrotes, fueron acusados de colocar una bomba en el metro de Minsk que causó la muerte a 15 personas e hirió a unas doscientas.Sofía MoroSvetlana Zhuk, madre de Andréi Zhuk, ejecutado en 2010. Retrato tomado en su casa en Soligorsk (Bielorrusia).Sofía MoroValentín Stefanovich, responsable de la ONG de derechos humanos Viasna, cuyo líder, Ales Bialatski, nominado al Nobel de la Paz 2012, permanece en prisión.Sofía MoroPavel Levinov, defensor de derecho humanos bielorruso, detenido por los atentados en el metro de Minsk y más tarde liberado.Sofía MoroStanislav Shushkévich, ex presidente de Bielorrusia entre 1991 y 1994, en su casa en Minsk.Sofía MoroNikolái Samoseiko, diputado bielorruso y responsable del comité parlamentario sobre pena de muerte.Sofía MoroAleksandr Shramko, padre ortodoxo contrario a las ejecuciones. Su postura choca con la oficial de la Iglesia, que si bien preferiría que no hubiera pena de muerte, dice que "no es obligatorio" eliminarla.Sofía MoroUn bloque de viviendas cualquiera de Minsk. La arquitectura de la ciudad es típicamente comunista.Sofía MoroExterior del SIZO número 1 en Minsk, la única cárcel en albergar un corredor de la muerte en Bielorrusia.Sofía Moro