Estoques contra la crisis

El alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, del PP, ha mantenido contra viento, marea y crisis una subvención de 180.000 euros a la plaza de la ciudad para que organice un cartel taurino con El Juli, Morante y José María Manzanares el 13 de mayo. Pretexto: atrae a los turistas. Es de suponer que en cuanto la noticia llegó a La Moncloa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llamó a León de la Riva para recordarle que la sociedad española está en situación de alarma, que se están recortando gastos en sanidad y en educación, que se han esfumado las inversiones en infraestructuras y que los derechos de muchos ciudadanos sufren mermas importantes por falta de dinero público. Seguro que los ministros de Economía, Luis de Guindos, y de Hacienda, Cristóbal Montoro, han recriminado la fechoría a su correligionario. En fin, no hay que engañarse, lo más probable es que estas llamadas no se hayan producido, pero a muchos españoles les gustaría creer que sí.

De modo que la espuma casticista del toro, el arte de Cúchares y demás lugares comunes sobre el ser de España tienen más poder que la crisis, gracias a políticos como León de la Riva, ya saben, el alcalde obsesionado con Leire Pajín. Cuenta la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha encontrado “partidas maravillosas” donde recortar. Aquí va una sugerencia de ahorro para la Comunidad de Castilla y León, el alcalde de Valladolid (subvenciona toros pero cierra la escuela municipal de música) y el resto de autonomías del PP: supriman las ayudas públicas a las plazas de toros, una actividad privada que deben pagar sus aficionados, y cobren a las asociaciones locales tanto por el uso público de calles como por el empleo de la seguridad pública, en los festejos veraniegos durante los cuales se maltratan o descuartizan toros, vaquillas y resto de zoología poco fantástica.

Tampoco hay que engañarse, el dinero público seguirá fluyendo para la fiesta nacional, en su versión privada (corridas de toros) o pública (algarabías populares). Murcia, Madrid y Castilla-La Mancha ya han declarado a los toros Bien de Interés Cultural. Es posible que la pluma de la inteligencia sea superior a la espada de la guerra, pero el estoque está por encima de ambas.