Afirmaciones inquietantes
Ciertas afirmaciones hechas por la señora Cospedal son inquietantes. Afirma desde su magisterio que “...si hicieran una encuesta entre las personas que están en el paro, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a un empleo”. Pues sí, y si hicieran una encuesta entre las personas que están en el corredor de la muerte, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a la libertad.
Pero lo peor de su afirmación, no es lo poco que aporta, sino lo mucho que dice de sus métodos: porque valerse de la necesidad de 5.300.000 parados para configurar un mercado laboral a la medida de ciertos señores de traje, puro y chófer es, como siempre que meten ustedes mano, volver al feudalismo: los tiempos en los que unos señores disponen de las vidas de todos sus súbditos.
Además, en España no son sólo “más horas” las que hay que trabajar, sino más personas. Casi el 25% de la población activa del país, uno de cada cuarto españoles en edad de trabajar, está en paro. Y 5,3 millones de parados son más de 5,3 millones de personas porque, como a ustedes tanto les gusta decir, “lo importante es la familia”.
Dejen ustedes jubilarse a las personas cuando aún lo son íntegramente y pueden disfrutar con dignidad un retiro merecido, redúzcanos usted unas horitas a los que somos trabajadores casi jornaleros (y redúzcanos el sueldo en proporción, si quiere. Será mejor que otra reducción porquesí), y verá usted como le salen 5.300.000 personas —y sus respectivas familias—, y se ofrecen para hacerle esas horitas de más que hay que trabajar en España.— Raffael Cabrerizo Keil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.