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EL SET

Desafío a la Dukan

En el Cheese Bar, núcleo de resistencia frente a las escuelas dietéticas, el rey es el queso Las modelos Nieves Álvarez y Eugenia Silva e Isabel Coixet se han sumado a sus filas

El Cheese Bar de Madrid tiene una cava que alberga 140 variedades de quesos.
El Cheese Bar de Madrid tiene una cava que alberga 140 variedades de quesos.P. CAPRILE

“Muerte al queso” es la premisa que unifica escuelas dietético-nutricionistas de la era Dukan. Es un alimento graso, no huele especialmente bien y puede adoptar un aspecto desagradable. Sin embargo, hay en Madrid un núcleo de resistencia que mantiene vivo el pensamiento de la antigua Grecia, donde lo consideraban regalo de los dioses.

El Cheese Bar viene a regenerar la imagen de la calle de José Abascal, caracterizada esencialmente por sus atascazos de tráfico. Al gimnasio Metrópoli (revulsivo perfecto para quienes quieran quemar su cargo de conciencia tras inflarse a quesos) se suman esta y otras propuestas de corte experimental en homenaje al mundo del sanitario (Roca Madrid Gallery, donde se trata a los váteres como a creaciones de Jaime Hayón para Lladró), al vino de Jerez y al champán deluxe (Pinkleton & Wine) e incluso a las cosquillas (en CosquilleArte, a un paso, en García de Paredes).

Poncelet Cheese Bar. Restaurante-bar especializado en quesos. Calle de José Abascal, 61. Madrid. Reservas: 913 99 25 50. www.ponceletcheesebar.es

Recomendado para… quienes peregrinen tras un queso con D. O. o quieran alimentar su cultura quesera más allá del Philadelphia.

no vengas si… tienes intolerancia a la lactosa. Aunque tengan "carta antiqueso", el aroma reinante te hará sentir fuera de lugar.

Restaurante-bar. Especialidad: degustación de quesos. Calle de José Abascal, 61. Madrid. Reservas: 913 99 25 50. www.ponceletcheesebar.es

En el templo que nos ocupa, el altar es la cava, una vitrina que atesora a temperatura constante un arsenal de 140 quesos de España y de otros ocho países europeos. Sus responsables son los de la tienda Poncelet, pioneros en esto de restar el posible rechazo a este sabroso producto envolviéndolo en fuertes dosis de diseño. Lejos de achantarse, lo dotan de magnetismo en cursos de maridaje con champán, vino o cerveza impartidos en su pequeña biblioteca del queso.

Por sus mesas han pasado personalidades cuya infancia imaginas cuajada de quesos, como Isabel Coixet, y otras a las que jamás asociarías a las grasas polisaturadas, como las modelos Nieves Álvarez y Eugenia Silva. Es probable que estas últimas hayan optado por la “carta antiqueso” y sus variedades proteicas. Curiosamente, registra más llenazos por las noches, el momento en que los especialistas desaconsejan el consumo del alimento rey lácteo.

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