Andrej Pejic se atreve con el biquini
El modelo, punta de lanza de la androginia en la moda, exhibe silueta para unas fotos en Nueva York
Ha sido chica de portada, ha anunciado sujetadores y hasta ha desfilado con vestidos de novia para Jean Paul Gaultier. Así que el hecho de que el modelo serbio Andrej Pejic haya posado para un editorial de moda llevando poco más que un mínimo biquini de bandas no hace sino corroborar que su estilo asexual sigue interesando, y mucho, a la industria de la moda.
El pasado 27 de enero (según datos facilitados por Associated Press) el único top model capaz de caminar por la pasarela vestido de hombre o de mujer sacó su lado más femenino en una sesión de moda de baño con el fotógrafo Sebastien Micke. Las fotos del making of han trascendido justo a tiempo para la Mercedes Benz Fashion Week neoyorquina, y muestran a Pejic subido en una escalera y con un biquini de bandas de color azul eléctrico. Por cierto, el maniquí serbio fingía a la perfección que los rigores del invierno en la ciudad estadounidense no le afectaban.
Es curioso, sin embargo, que en su cuenta de Twitter publicara casi una semana despues (el pasado 3 de febrero) el siguiente tuit: "Prostituyéndome a mí mismo con Associated Press todo el día, ¡agotado!". La afirmación no solo pone en duda la fecha en la que se tomaron las fotos, sino el objetivo de las mismas.
De padre croata y madre serbia, Pejic vivió parte de su infancia en un campo de refugiados cerca de Belgrado hasta que su familia emigró a Australia. Allí, con 17 años ,le fichó una agencia de modelos. Su salto a la fama dentro del mundillo tuvo lugar en los desfiles de hombre de París en 2010 (estuvo en las presentaciones de Jean Paul Gaultier, John Galliano, Paul Smith y Raf Simons). Las estilistas se preguntaban... ¿quien es esa chica rubia que desfila?, dando cuenta de uno de sus rasgos característicos (la capacidad de parecer hombre o mujer según la ocasión). En enero de 2011 -que se podría considerar el año de su boom- se subió a la pasarela con Jean Paul Gaultier. Y lo hizo para presentar tanto las propuestas de hombre como las de alta costura (fue el elegido para cerrar el desfile con un vestido de novia), volviendo a demostrar su versatilidad con los géneros.
Lejos de preocuparse por estar en una tierra de nadie genérica, Pejic calificó como artística su androginia durante una entrevista con New York Magazine: "Creo que profesionalmente he dejado mi género abierto a las interpretaciones artísticas". A lo largo del reportaje, la revista compara al serbio con su amiga, la modelo transexual Lea T., y apunta a la habilidad de ambos de pasar por mujeres. Incluso se atreve a ir más lejos al sentenciar que los dos son capaces de reproducir una versión aún más depurada del tipo de mujeres (sin caderas y sin curvas) que la industria de la moda idolatra.
Ante la pregunta de si se siente más mujer que hombre o si ha pensado en una reasignación de género, Pejic resuelve las dudas (más bien las mantiene en el aire) con una broma: solo si Victoria's Secret le confirma una plaza como ángel para su desfile de ropa interior. No será, por cierto, la primera vez que posa en ropa interior: estas pasadas navidades fue la imagen de lencería de los grandes almacenes holandeses Hema.
El modelo, que ocupa el décimoctavo puesto lugar en el ránking masculino de models.com, también cerró el 2011 habiendo protagonizado catorce portadas (entre ellas S Moda y New York Magazine) y logró colarse momentáneamente entre las 100 mujeres más sexies del mundo según FHM, aunque luego lo tuvieron que retirar por no ser mujer. El nuevo año no parece haber mermado el interés de la moda por el serbio. Lo comenzó vendiendo su propia camiseta (con una fotografía de su rostro, tomada por el fotógrafo John Paul Pietrus), que ya está agotada, y hay quien dice que está en negociaciones con Jean Paul Gaultier para convertirse en la imagen de una nueva fragancia. Quienes creían que su estilo andrógino aburriría en poco tiempo a una industria en eterna reinvención y acabaría por convertirle en una muñeca rota, tendrán que seguir esperando.
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