Las Torres de Calatrava "tenían su razón de ser", según Fabra
El presidente de la Generalitat justifica el proyecto, por el que Camps pagó 15 millones, alegando que era "una ventana" a las inversiones.- El presupuesto para grandes proyectos crece 30 millones pese a la crisis
El presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha justificado hoy el proyecto de las tres torres proyectadas por el arquitecto Santiago Calatrava hace seis años, por cuyo proyecto el Gobierno de Francisco Camps pagó 15 millones de euros, alegando que "tenían su razón de ser" en su momento, pues su finalidad era hacer de la región "un escaparate de modernidad para el mundo".
El jefe del gobierno valenciano ha considerado que es "fácil analizar ahora desde un punto de vista crítico lo que se hizo en un tiempo atrás", aunque ha reconocido que la crisis que atraviesa España ha hecho que las "prioridades actuales sean otras, como los colegios o los centros de salud". "La Comunidad es un ejemplo de prosperidad, de modernidad y sobre todo de querer ser una ventana internacional a todos los niveles", ha insistido Fabra, sin criticar abiertamente a su antecesor; "eso ha permitido que vengan inversiones extranjeras, gracias a muchas de esas cosas que quizás en algunos momentos no se entendieran, pero que han permitido que muchas personas vinieran a conocer la Comunidad Valenciana y que sobre todo quisieran venir a invertir".
La apuesta del Gobierno valenciano por los grandes proyectos no decae ante la crisis económica. La consejera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, ya explicó ayer que su departamento prevé destinar 219 millones de euros en 2012 a lo que denomina "proyectos estratégicos", lo que supone un incremento de 30,5 millones respecto a 2011 debido a "la puesta en marcha del aeropuerto de Castellón". Johnson defendió en la Comisión de Economía de las Cortes Valencianas que la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la Ciudad de la Luz de Alicante, el Gran Premio de Fórmula 1 o el aeropuerto de Castellón forman parte de una política recogida en el programa con el que el PP ganó las elecciones autonómicas.
Aunque puntualizó que la apuesta se hará sobre proyectos "que ofrezcan retorno económico y rentabilidad demostrada", Johnson no encontró contradictorios los objetivos de austeridad con el pago hace cinco años de 15 millones al arquitecto Santiago Calatrava por el proyecto de unas torres junto a la Ciudad de las Artes que se ha revelado inviable. Según la consejera, la millonaria maqueta es "un activo" propiedad de la Generalitat."En cualquier momento se podría poner en marcha o vender", dijo Johnson ayer del proyecto de torres junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un diseño con edificios de hasta 80 plantas de altura que se presentó en 2005 como una iniciativa "de trascendencia mundial" por la que Calatrava cobró 2,6 millones de anticipo y, al año siguiente, otras dos entregas de 6,2 millones hasta completar los 15 millones por el anteproyecto y el proyecto básico. Algo que solo se ha sabido cuando la fiscalía lo ha revelado tras desestimar una denuncia de Esquerra Unida del País Valencià.
"Es un dinero que se pagó por unos trabajos que efectivamente se realizaron", argumentó la consejera, que justificó que la Generalitat, hasta ahora, nunca haya reconocido haber pagado esos 15 millones, pese a las preguntas insistentes de la oposición, porque "hay distintas partidas" y entiende que "se preguntaría por alguna partida en concreto".
Johnson fue duramente criticada por la oposición, que anunció iniciativas para que el Consell dé explicaciones sobre el caso de las torres de Calatrava e, incluso, para exigir que el arquitecto valenciano devuelva el dinero. Con este trasfondo, en la Comisión de Economía de las Cortes, los grupos de izquierda se despacharon contra la apuesta económica por los grandes proyectos, que consideran un despilfarro, en unos Presupuestos de la Generalitat que el PP no se cansa de calificar de "austeros y realistas". La diputada socialista Eva Martínez recordó que grandes eventos y grandes proyectos acumulan una deuda de 1.700 millones, "el triple del presupuesto destinado a bienestar social". Y resaltó el fracaso económico de varios de ellos, como Terra Mítica o la propia Ciudad de la Luz, así como la opacidad en la gestión de empresas públicas como la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana o Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA. "Ustedes están arruinando a los valencianos, nos están arruinando a todos", clamó. Su correligionario Juan Soto fue muy gráfico al comparar el aumento de presupuesto de los grandes proyectos con los descensos en cultura y turismo y calificarlo de "torre de las vanidades" y "símbolo fálico" del modelo de poder del PP. "Hay mucha testosterona y poca sensibilidad", añadió Soto.
Lluís Torró, de Esquerra Unida, dijo que la política de grandes proyectos se hace sin estudios de costes de oportunidad y no genera "ni bienestar ni crecimiento", mientras Josep Maria Pañella, de Compromís, calificó de "auténtico fracaso" el aeropuerto de Castellón. "Se están cerrando aeropuertos", le advirtió a la consejera y añadió que el de Castellón se ha construido e inaugurado, y todavía no funciona, "como promoción personal de Carlos Fabra", que hasta tendrá una estatua en las instalaciones.
A la "puesta en marcha" del aeropuerto castellonense y a la "reorganización de entidades" dedicadas a los "proyectos estratégicos" atribuyó Lola Johnson el incremento presupuestario de ese apartado dentro de unas cuentas de su consejería que ascienden a 408,9 millones y registran descensos en turismo, cultura o promoción y uso del valenciano, pero que ella calificó de "ajustadas a la situación actual de la economía y a los intereses turísticos, culturales y deportivos de los valencianos". Según la consejera, el aeropuerto de Castellón es una infraestructura "de larguísimo recorrido reclamada muchas veces por los empresarios".
Johnson se defendió del fuego graneado de la oposición para justificar la política de grandes proyectos echando mano, primero, de argumentos como la afluencia de visitantes a complejos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que cifró en 3,7 millones de visitantes al año, y después recurriendo a la mayoría absoluta. El PP ha ganado las elecciones con un programa, explicó, que recogía esa política. Y leyó textualmente incluso varios de los pasajes del documento electoral de los populares valencianos. "No vengo a convencerle a usted", le dijo la consejera al diputado socialista. "Si no lo hiciéramos, estaríamos faltando al compromiso con nuestros electores".
"Dígame dónde pone en el programa electoral que hay que dejar de pagar a las farmacias para mantener los grandes proyectos", la retó Soto. "Ustedes no son nada sin los grandes eventos", añadió en referencia al PP. "Es su identidad política". La consejera de Turismo, Cultura y Deporte replicó: "Nuestra prioridad no son los proyectos estratégicos pero sí nuestro compromiso".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.