El 'sexting' y la 'sextorsion' preocupan a la fiscalía

La Fiscalía de Menores de Valencia ha advertido hoy de la proliferación entre los menores de edad de casos de "sexting" -envío a través del móvil o internet de imágenes de contenido sexual- y de "sextorsión" -chantaje que de algún modo se hace a la persona que aparece en esas imágenes-.

La fiscal delegada, Gema García, ha destacado además la importancia de denunciar los casos de este tipo de delito, en el que la mayoría de las veces la víctima es una niña y el autor un joven "de más de 14 años o un adulto". García ha informado de las precocupaciones de la Fiscalía durante una conferencia que ha impartido a petición de la asociación de amas de casa Tyrius, que estos días celebran su congreso nacional en Valencia.

García ha explicado que la mayoría de casos que llegan a su departamento son de "ciber-bullying" -acoso escolar a través de la red- "por lógica, porque los niños donde más están es en los colegios". Ha subrayado la relativa "facilidad" con la que los niños cometen este tipo de acoso, que se puede dar "desde que el menor tiene un teléfono, alrededor de los 11 años".

Según ha señalado, antes el acoso escolar se circunscribía al mismo centro educativo mientras que hoy en día se ha trasladado, fuera del colegio, a la red, donde algunos niños cuelgan fotos y hacen burla de otros, que ven así su imagen, fama y honor dañados. García ya alertó el verano pasado del problema. En el informe de menores relativo al año 2009, la fiscalía apuntaba que "existe un notable incremento de referencias a medios informáticos o nuevas tecnologías en muchos delitos o faltas". Para tratar de atajar el asunto, indicaba la conveniencia de "promover desde la Fiscalía de Sala el que todas las páginas web en las que pueden entrar los particulares a dejar sus opiniones se haga constar de forma automática la identificación del origen de los mensajes".

Por otro lado, García ha informado de que la Fiscalía de Menores también cuenta con ejemplos en los que los menores son víctimas o participantes, sabiéndolo o no, de delitos de usurpación de identidad y de "phising" -estafa cibernética mediante el uso información confidencial de forma fraudulenta-.

Asimismo, ha destacado la gravedad del "child-grooming", consistente en la captación a través de la red de un menor por parte de un adulto, que "se hace amigo del niño o le engaña" con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual, consentido o no.

No obstante, ha alertado de la proliferación en los últimos años del "sexting", o envío de imágenes de tipo sexual de un menor, y de la "sextorsión", por la que esas mismas imágenes, en manos de "una persona inadecuada", pueden servir para chantajear al protagonista de las mismas.

"No tenemos datos estadísticos todavía y no hay una denuncia en masa de casos de este tipo, entre otros motivos porque la víctima se siente avergonzada por lo sucedido, pero es un delito que relaciona menor y nuevas tecnologías que estamos empezando a registrar", ha dicho.

Ha concretado que la edad a la que se empieza a dar este delito es en la pubertad, cuando los menores se inician en las relaciones. En la mayoría de los casos, las víctimas son niñas, que tienen una "forma diferente a los chicos de ver la sexualidad".

"Los chicos necesitan ver imágenes, por eso piden fotos o los vídeos o conectar la webcam a las chicas, que, por contra, se contentan con que les digan cosas bonitas, sin necesitar ver la imagen de un hombre desnudo", ha apuntado. También ha abogado por el control del acceso de los menores a internet y denunciar los delitos cibernéticos en los que se vean involucrados porque "técnicamente se puede localizar al autor".