Guindos no descarta que Bruselas imponga una multa por el déficit

La economía española creará una media de 470.000 empleos anuales hasta 2019, según los datos del Plan de Estabilidad que ha adelantado este jueves el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, en un desayuno informativo organizado por Europa Press. El plan también prevé que el déficit público se sitúe en el entorno del 1,5% del PIB en 2019. Para este año el pronóstico oficial es que los números rojos alcancen una cantidad equivalente al 3,6% del PIB después de que el Gobierno en funciones haya corregido la senda prevista. Las hipótesis de crecimiento son del 2,5% y 2,4% para este ejercicio y el próximo respectivamente y del 2,5% para 2018 y 2019, los dos últimos años del ciclo.

El ministro se ha mostrado satisfecho con los datos de la EPA tanto de empleo como de paro. La encuesta de población activa publicada este mismo jueves por el INE arroja 64.000 empleos menos en el último trimestre, casi la mitad que en el mismo periodo del año anterior. Guindos ha destacado, al respecto, la creación de 575.000 empleos en términos interanuales y la reducción del paro en 653.000 personas. Asimismo, hizo hincapié en que la tasa de creación de empleo en términos desestacionalidados es del 0,9% y en la caída de los hogares sin ningún miembro empleado en 183.000.

Para el titular de Economía, "la actividad económica apunta a la estabilidad o una ligera desaceleración" este año, como ya apuntaban los últimos datos del Banco de España. No obstante, según Guindos, la interinidad del Gobierno en este periodo apenas ha tenido influencia. "Ha podido haber un frenazo en la inversión inmobiliaria, pero en la economía real, en la inversión en bienes de equipo o en manufacturas y pues, no ha habido paralización". Al respecto, se preguntó cuánto podría haber crecido más sin un Gobierno en funciones y contestó que "podría haber sido mejor que 2015".

Metido en la arena política, el ministro ha lanzado varios mensajes a las fuerzas de la oposición ("debemos ser conscientes de la necesidad de una política económica correcta para no generar desconfianza", "un aumento del gasto público no sería acorde con la zona euro") y denunció que " a veces en España el debate no se acomoda al esas reglas". Por eso, insistió en la necesidad de continuar reduciendo el déficit y con las reformas y no cometer errores.

Sobre la posibilidad de que se abra un procedimiento a España por incumplimiento del objetivo del déficit público, reconoció el desvío que ha tenido; pero subrayó que hay que tener en cuenta el esfuerzo realizado en los últimos cuatro años (reducción del 11% al 5,1%), el hecho de que sea la economía que más crece de la zona y la que la que más reformas ha hecho.

También puso el acento en la importancia de compartir riesgos y reducirlos en el seno de la UE. En ese sentido, señaló el peligro de retroceso que puede suponer el territorio, los refugiados, el Brexit o Grecia. Sobre el Brexit se mostró optimista de que no se produzca y sobre Grecia advirtió de la posibilidad de que vuelva estallar una situación como la del verano pasado.

A su juicio, el crecimiento europeo esta siendo mediocre (entre 1% y el 1,5%), pese al tener viento de cola por los bajos precios del crudo, los bajos tipos y la paridad monetaria. Ante ello reclamó una políticas monetaria y fiscal expansivas y más reformas económicas: acabar en la unión bancaria, crear el fondo de garantía europeo y alcanzar la unió de la unión monetaria efectiva.

Sobre la economía mundial significó que la incertidumbre china, la crisis rusa y brasileña, la evolución del petróleo, la volatilidad de los mercados y los tipos ultrarreducidos marcan el contexto actual y que la deuda elevada, la productividad limitada y la inflación reducida forman un triada que puede frenar una evolución positiva.