Solo Rumanía y Grecia superan a España en riesgo de pobreza de trabajadores
La proporción de sueldos iguales o inferiores al mínimo se duplica desde 2004
Trabajar no siempre equivale a ganarse la vida. La economía española se las ha apañado en la última fase de la crisis para crear empleo con crecimientos pírricos, pero el coste de este milagro se traduce en salarios cada vez más bajos. El porcentaje de trabajadores que ganan en España un cantidad igual o inferior al salario mínimo interprofesional (SMI) se ha duplicado desde 2004: 12 de cada 100 empleados se encuentran en esta situación, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a 2012. España, según las cuentas de Eurostat, presenta una de las mayores tasas de riesgo de exclusión entre personas con trabajo, solo superada por Rumania y Grecia.
El énfasis que ha puesto el Gobierno en defender la reforma para mejorar el trato fiscal a las rentas más bajas responde a la certidumbre de la notable rebaja salarial sufrida tras dos recesiones en cinco años. Los sueldos bajan más de lo que dicen las estadísticas, según advirtió a primeros de año el Banco de España, por el efecto composición: la destrucción de empleo se ha cebado en los puestos de peor calidad y, al desaparecer estos, alteran la foto.
La ganancia más común se sitúa en 15.500 euros anuales
En cualquier caso, las estadísticas, como la de ayer, reflejan el proceso de gran devaluación interna. Ese 12,25% de trabajadores con ganancias iguales o inferiores al mínimo interprofesional (de 8.979 euros anuales en 2012) se debe en buena parte al auge de españoles que tienen empleos a tiempo parcial con la crisis, pero el SMI entre los asalariados con empleos a tiempo completo también se encuentra en su nivel máximo de los últimos ocho años. Son el 1,52% del total, frente al 1,3% de 2004, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial.
El trabajo a tiempo parcial, además, no siempre es una elección del trabajador. De hecho, más de la mitad de los que lo tienen, que son 2,7 millones de personas, preferirían un trabajo a tiempo completo. En global, la ganancia media anual por trabajador fue de 22.726,44 euros en 2012, un 0,8% menos que el año anterior, según el INE, y el salario más común en España se sitúa en torno a los 15.500 euros.
Los datos pertenecen a 2012, cuando los funcionarios perdieron la paga extraordinaria de diciembre, que la recuperaron en 2013. En cambio, el año pasado la devaluación salarial prosiguió en el sector privado, también por la vía del repunte de la contratación a tiempo parcial. Este tipo de empleados cobra menos que los que trabajan a tiempo completo no solo en total, sino también por hora trabajada: hasta un 26% menos.
La escalada de precariedad queda reflejada igualmente en las estadísticas europeas. Hay un 12,3% de trabajadores con unos ingresos por debajo del umbral de la pobreza, un nivel que solo superaban Rumania (19%) y Grecia (15%) con los datos de 2012, los últimos comparables en Eurostat. El umbral de la exclusión se sitúa en el 60% de la mediana de los ingresos disponibles de cada país (es decir, después de calcular las transferencias sociales). La mediana es el punto medio que se traza si los salarios se dispusieran en una fila entre los más altos y los más bajos.
El año 2013, no obstante, refleja una mejora para España, ya que la tasa de estos empleados pasa al 10,5%, pero es de los pocos países que ha actualizado la información y por eso la última comparativa posible es de 2012.
Los datos del INE acaban por certificar uno de los peores legados de la crisis en España, el aumento de la desigualdad, algo que ha puesto de relieve en varias ocasiones la OCDE, ya que entre 2011 y 2012 el peso de los trabajadores en el otro extremo, los que cobran ocho veces el SMI o más, sí ha aumentado, aunque levemente, del 1,55% al 1,74%. No obstante, su peso ha caído a la mitad desde 2004. Los segundos mejor pagados, con entre siete y ocho veces el salario mínimo, en cambio, apenas han visto menguar su proporción desde 2004, al pasar del 1,6% del total al 1,45%.
Por tipo de ocupación, la mejor pagada corresponde a los puestos de directores y gerentes, ya que su salario medio, 53.165 euros anuales, es un 133,9% más que la media y cuatro veces más que los peor pagados, que son los puestos no cualificados en el sector servicios.
Hay también una considerable brecha por sexo. La ganancia media anual fue de 25.682 euros para los hombres y de 19.537 euros para las mujeres. Además, según el INE, de los trabajadores con ganancias bajas (dos tercios de la media), el 65% fueron mujeres. En todos los casos se repite la constante: ellas ingresan menos que ellos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.