Industria quiere frenar el ‘tarifazo’ por sospechas de manipulación
El Gobierno trata de frenar por decreto urgente la subasta que ha disparado el precio un 11% a partir de enero. Mariano Rajoy: "Eso vamos a intentar arreglarlo" Es la cuarta subida consecutiva del precio de la luz y la quinta en un año Soria reconoce que el sistema que fija los precios es "inaceptable" y busca cambiarlo
Hasta que llegó la crisis se tenía la certeza de que el precio de los pisos nunca bajaba. Pinchada la burbuja inmobiliaria, esa certeza se ha trasladado ahora a la luz que, pese a que la recesión ha erosionado las economías domésticas y el consumo, dispara su precio trimestre a trimestre. En 2014 batirá récords. Si el Gobierno no lo remedia, el próximo mes de enero los consumidores deberán afrontar un aumento récord del recibo de la luz de en torno al 11%, la mayor subida desde que se implantó el sistema actual en el que una parte de la tarifa la fija el Ministerio de Industria y otra depende de una subasta en la que pujan las compañías eléctricas.
El Gobierno parece dispuesto a frenar la incómoda subida, que ha suscitado críticas en todos los rincones, políticos y sociales. El presidente Mariano Rajoy, preguntado por el asunto del tarifazo en la cumbre de jefes de Estado europeos a la que asistía este jueves en Bruselas, señaló: "Eso vamos a intentar arreglarlo", informó Miguel González.
Esa subasta, celebrada este jueves, arrojó un inesperado aumento del 26,5%, que repercutirá en la factura final que paga el consumidor con un incremento del 10,5%. Si se suma el otro componente del recibo, la parte regulada que fija el Gobierno y cuyo aumento se estima en menos del 1%, la factura de la luz subirá a comienzos de 2014 en torno al 11%.
Esa subida desorbitada supone, en la práctica, un desafío al Ejecutivo del sector eléctrico, que ha visto frustrados sus deseos de que le reconocieran los 3.600 millones de euros del llamado déficit de tarifa. Y el Gobierno va a responder a ese reto, con un decreto para reformar el sistema de subasta e invalidar el resultado de la última puja para evitar que tenga esa repercusión desmesurada en el recibo, según señalaron en fuentes cercanas al Ejecutivo. El decreto, con carácter de urgencia, será aprobado previsiblemente en el Consejo de Ministros que se celebra este viernes.
Se trata de la cuarta subida consecutiva del precio de la luz tras las revisiones que tuvieron lugar en octubre (3,1%), agosto (3,2%) y julio (1,2%) y la quinta en un año, si se tiene en cuenta la de enero pasado (3%). En el conjunto de 2013, las tarifas moderaron su aumento hasta un 4,5% de media gracias a que en la revisión de abril hubo un descenso del 6,7%. Incluyendo la subida del próximo mes de enero, la electricidad se ha encarecido el 70% en los últimos cinco años, con la crisis de por medio que ha dejado maltrechas las economías domésticas.
El resultado de la subasta, que se conoció a media mañana, desató un enorme revuelo tanto en el plano social como político. Las organizaciones de consumidores clamaron contra este nuevo “atraco eléctrico”, que “convierte a la luz en un objeto de lujo”. En el Congreso de los Diputados, todos los partidos de la oposición firmaron un manifiesto comprometiéndose a derogar la reforma cuando tengan mayoría. Ante la trifulca parlamentaria y la alarma social, el Gobierno no tuvo más remedio que comparecer. El ministro de Industria, José Manuel Soria, no quiso hablar de manipulación pero tachó de “inaceptable” la subasta porque los resultados que han salido de la misma no se corresponden con los precios mayoristas de los últimos días.
Un decreto urgente evitará que se vuelva a repetir el alza desorbitada
Además, Industria ha instando a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) a que en el plazo de 24 horas emita un dictamen urgente sobre la subasta y dilucide si ha podido ser manipulada por las compañías eléctricas y brokers financieros para elevar artificialmente el precio de la electricidad. Pese al boato de la declaración, en realidad, se trata de un procedimiento de oficio, contenido en una orden ministerial de 2009, que obliga a la CNMC a validar los resultados de todas las subastas para comprobar que han sido limpias.
En esta ocasión, y para justificar su decreto derogatorio, el Ejecutivo tiene interés en que la CNMC, que nunca ha invalidado ninguna subasta, haga públicas sus indagaciones. Y así parece que va a suceder. La CNMC ha encontrado indicios de “irregularidades” en la subasta aunque pedirá más tiempo para investigar lo sucedido y tomar una decisión, informaron en fuentes del sector.
Si se demuestran irregularidades, se invalidaría la subasta y se convocaría otra. Es decir, se frenaría el tarifazo, y el Gobierno podría aparecer como el garante de los derechos de los ciudadanos vendiendo un aumento más limitado, como el que se esperaba de entre el 5% y el 7% antes de la subasta.
Competencia investiga al sector por una posible manipulación de precios
Organizaciones de consumidores, comercializadoras y grandes clientes sospechan que desde que se instauró este sistema que los precios mayoristas se elevan artificialmente por las grandes compañías en los días previos a la subasta para conseguir una tarifa alta. En este caso, se han disparado los precios por la parada técnica de tres nucleares (Vandellós, Trillo y Almaraz) y la escasa producción de las centrales hidráulicas y eólicas (pese a que en esta época suelen estar a pleno funcionamiento), lo que ha hecho que entre en producción el carbón y el gas, las más caras de producir.
Aunque tradicionalmente Gobierno y eléctricas se culpabilizan del encarecimiento de la luz, esta vez se han aliado para desgracia del bolsillo del consumidor. El Ejecutivo porque, contrariamente a lo prometido, ha decidido subir los peajes eléctricos, la parte regulada que cubre costes como transporte, distribución, primas a las renovables y deuda eléctrica, y que tiene un peso del 55% en el recibo final. Tras la subasta, el Gobierno ha decidido rebajar el impacto sobre el recibo de su subida a menos del 1%.
La subasta trimestral, denominada Cesur, y a la que concurren, entre otros agentes, las eléctricas encargadas del suministro regulado (Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola, HC y E.ON), aporta un 45% del recibo aproximadamente. Como en anteriores ocasiones, los precios del mercado mayorista de la electricidad (pool) se incrementaron notablemente en los días previos a la subasta. Finalmente, se disparó hasta los 61,83 euros por megavatio/hora (MWh), con un aumento del 25,6%, y muy por encima de los 47,58 euros que marcó en la anterior subasta de septiembre.
Las eléctricas guardan silencio. El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, se limitó a decir que él “también estaba preocupado” por la subida, informa Juan Manuel Játiva. Galán fue el quinto ejecutivo mejor pagado de las empresas del Ibex en 2012, con un total de 9,2 millones.
“Esta es la luz que está al final del túnel”, decía con ironía un consumidor en las redes sociales refiriéndose al tarifazo. En un país en el que a 1,4 millones de hogares les han cortado la luz por impago, la subida de enero puede significar un golpe muy duro. Habrá que cambiar el dicho: “El que llegue primero que apague la luz”.
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